Capítulo 1943
Capítulo 1943
Capítulo 1943
Alicia digirió un poco sus palabras.
Ella no había llegado a darle una bofetada, así que él no estaba buscando justicia para Mireia,
Podia aceptar esa respuesta, aunque con reservas.
“¿Ya pensaste cómo vas a compensarme?”
Octavio la miró con indiferencia, “No te hice enojar.”
“¿Crees que no debería enojarme? Viniste a traerme la tarea como excusa para ver si mi abuelo
estaba tratando bien al Mirela y me usaste a mi como un pretexto para preocuparte por otra chica.”
Octavio guardo silencio, se acercó al auto y golpeó la ventana, “Abre la cajuela”
El conductor obedeció y al instante la cajuela se abrió lentamente.
El chico camino hacia allá, se agachó para sacar una caja y mientras la abria, dijo con voz grave: “Ven
aqui.”
No levantó la cabeza, no estaba claro a quién se dirigia.
Alicia se acercó.
Vio que estaba revolviendo una caja de primeros auxilios.
De inmediato entendió qué estaba pasando.
Una sonrisa se dibujo en la comisura de sus labios.
Observando a Octavio tomar una pomada, arqueó una ceja y dijo:
“¿Esto es para compensarme?”
Él le echó un vistazo y tomando su mano, aplicó la pomada en su muñeca.
“La empresa de la familia Benito siempre ha estado bajo el cuidado de tu padre, no quiero que sepa
que maltraté a su princesa y que use la empresa para vengarse de mi.”
“Asi que realmente es para compensarme.”
La muñeca de Alicia era delgada, la pomada para moretones que aplicó rodeó toda su muñeca.
Movió su brazo en el aire y con una sonrisa en los labios, levantó la vista hacia él, “¿No quieres que mi
papá lo vea?”
¿No seria eso más obvio?
Octavio apretó los labios, en silencio empacó la caja de primeros auxilios, pero Alicia lo detuvo
Ella tomó otra pomada, arrancó la etiqueta adhesiva, agarró su mano y la pegó en el dorso de su
mano.
“Es de buena educación devolver el favor.”
Ella habia golpeado esa parte de su mano con un libro.
Después de echar un vistazo al vendaje improvisado, Octavio bajó la mano, cerró la caja de primeros
auxilios y cerró la cajuela, mirándola con serenidad.
“¿Todo bien ahora?”
Ella levantó una ceja, “Por supuesto que no, me lastimé porque tú estabas la protegiendo a ella, eso
no es justo.”
Ella agitó su muñeca frente a él, “Tengo trece años, no tres, ¿crees que es tan fácil apaciguarme?”
Octavio pasó la mirada por su rostro y mirando más allá de su hombro, se fijó en el libro que ella habla
tirado al suelo.
“¿Realmente no quieres tu tarea?”
Alicia se giró, vio los libros dispersos en el suelo y funció el ceño. All rights © NôvelDrama.Org.
“Habla”
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“¿Qué debo decir? Si yo los tiré, esperas que los recoja?”
¿Acaso no tenia dignidad?
Sin embargo, Octavio simplemente camino hacia allá, recogió los libros del suelo y los metió en una
bolsa con calma.
“Después mandaré a alguien a devolverte tus cosas, no necesitas ir mañana.”
El rostro de Alicia se oscureció, “Ni lo intentes!”
Él no dijo nada y abrió la puerta del auto.
De repente, alguien le arrebató la bolsa de las manos.
Girándose, Alicia abrazó su mochila, “El estudio es mi responsabilidad personal, ¿por qué deberia
dejar que mis estudios sufran por tu culpa? Mañana hay un examen final de comprobación, más te
vale quedarte tranquilo en casa esperándome.”
Dijo esas palabras rápidamente y se alejó comendo.
Octavio, aún sorprendido, miró a Mireia, quien aún estaba en el mismo lugar, así que frunció
ligeramente el ceño.
Octavio la observó alejarse y deteniéndose brevemente en Mireia, preguntó: “¿No te vas a ir?”
Mirela parpaded, “Tavito.”
Él la miró fijamente, esperando que continuara.
“Yo también quiero saltarme un grado.”
El chico se mantuvo impasible, “Eso deberias discutirlo con la familia Valdivia.”
Mireia se mordió el labio, , su mirada llena de esperanza hacia él, “¿No me vas a preguntar por qué?”
“Eso es asunto tuyo.
Dijo eso con indiferencia y se subió al auto.
Mireia se apresuró a seguirlo y agarró la puerta del auto con las dos manos.
oy
“Acabo de llegar a la casa de los Valdivia y no sé cómo pedirles algo así, pero estoy decidida a
saltarme un grado. Se los diré el próximo semestre, pero esperaba… ¿me podrías dar clases
particulares, por favor?”
:
Octavio frunció el ceño, “¿Estás segura de querer meterme en ese lio?”
Mireia apretó la mano en la manija de la puerta hasta formar un puño, “¿Lio?” Sus ojos se llenaron de
lágrimas, “¿Por qué Alicia si puede?”
*¿Así que tienes que hacer todo lo que ella haga?”
Las lágrimas de Mireia confenzaron a girar en sus ojos, punzantes por las palabras de Octavio, Tavito,
tengo miedo.”
Era nueva en la familia Valdivia y decian que eran sus parientes, pero no habla nadie que realmente la
conociera.
Ahora, incluso Octavio, en quien más confiaba, se estaba alejando de ella.
Estaba sola, realmente no sabía qué hacer.
Octavio movió ligeramente su ceño y sus labios se apretaron en una linea recta.
Sin responder a su pregunta, su fria mirada cayó sobre la mano de Mirela que sujetaba la manija,
“Suelta.”
Su voz era tan fría que podía congelar el corazón de cualquiera.
Alicia estaba acurrucada en el sofá, con un boligrafo en la mano y un cuaderno de ejercicios abierto
sobre sus rodillas dobladas.
Al ver a Mirela regresar, le lanzó una mirada perezosa.
Mireia no podia soportar esa mirada, de hecho, justo antes le habla levantado la mano para golpearla
y aún se sentia
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avergonzada al recordarlo.
“Alicia.” Se paró al otro lado de la mesa de café y por primera vez desde que llegó, la llamó por su
nombre.
No habian tenido mucha interacción. Mireia habia pensado en acercarse, pero la muchacha tenia una
actitud de superioridad que hacia que todos se alejaran
Alicia, despreocupada y caprichosa, hacia que pareciera un desperdicio de emociones intentar llevarse
bien con ella.
Con un nombre dulce y tiero que no coincidia en lo más minimo con su personalidad, esa chica tan
impredecible, era querida por todos.
Alicia raramente escuchaba a Mireia llamarla de manera tan formal, pero sabía que con esa actitud, no
podia esperar nada bueno.
Manteniendo su postura, levantó la vista hacia Mireia con pereza y no dijo nada, esperando que
continuara,
Mireia apretó sus manos y controlando las emociones que bullian en su interior, dijo: “He estado con
Tavito más tiempo que tú.”
Alicia soltó una risa fria, “¿Y qué? ¿Vamos a discutir quién es la tercera en discordia?”
El rostro de Mireia se enrojeció al instante. A su edad, el amor era algo borroso y desconocido,
entendía esas palabras por su lectura, pero realmente no sabia nada sobre el amor.
La tercera en discordia era definitivamente un término peyorativo.
Alicia lo dijo tan abiertamente que Mireia se sintió incómoda.
La sonrisa despreocupada de Alicia tenia un toque de burla, “Según tú, ya que viviremos juntas por
mucho tiempo en el futuro, ¿eso nos hace una pareja?”
Mireia se quedó sin palabras.
“Eso es imposible, claro.” Alicia sonrió y metió el boligrafo en su moño, “Tú no me gustas y yo
definitivamente no voy a gustarte a ti. Y ni hablar de declaraciones de amor.”
“Pero Tavito no dijo que tú le gustaras
“¿Pero yo me le declaré, no?” La sonrisa en el rostro de Alicia se enfrió poco a poco mientras se
levantaba del sofá.
“Octavio es el hombre que yo quiero. Debe ser mio, si no lo consigo, pelearé, y si no puedo pelear por
él, insistiré. Mientras el resultado me satisfaga, no me importa usar cualquier medio necesario.
Además, yo fui quien dio el primer paso con Octavio, asi que cualquier cosa que quieras discutir
conmigo ahora, ya es demasiado tarde.”
Mireia negó con la cabeza, mirándola con incredulidad, “Esto es solo tu deseo de poseer! ¡Esto no es
amor, él no te va a permitir manipularlo así, y no necesariamente te quiere, no te ama.”
“¿Quién lo dice?” Alicia lanzó su cuaderno de ejercicios sobre la mesita de café, “Es el cariño lo que
crea el deseo de poseer. Me gusta y eso es suficiente. Mejor si él me ama, pero si no, igual lo voy a
obligar a decir que me ama todos los dias. ¿Qué importancia tiene una palabra? Mientras él esté a mi
lado, ¿qué más da si me ama o no?”
Es importante.
Alicia respondía en silencio en su corazón.
Por supuesto que quería que Octavio la amara.
Pero si él no la amaba, ¿cómo podía dejarlo ir asi nomás?
Hasta ahora, no habia pensado en eso.
Mirela estaba tan impactada por sus palabras que no pudo hablar durante un buen rato.
Era una locura lo que decía, pero sus palabras eran indiscutibles.
Le gustaba y si estaba a su lado, eso era suficiente.
Mucho mejor que aquellos que aman y no son correspondidos.
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“Mireia, no me importa cuánto tiempo hayan vivido juntos antes, pero desde el momento en que
anuncié que él era mi hombre, nadie más puede ponerle los ojos encima.”
Mirela guardó silencio por mucho tiempo, mirándola fijamente, “¿Crees que él te va a consentir asi?
¿Qué va a soportarte sin amarte? Alicia, estás malcriada, no todos son de la familia Valdivia. No has
pensado alguna vez, ¿qué harias sin tu familia?”
Ella se rio con desden, sin tomarlo en serio, “Ya veremos cuando llegue
¿Cómo podria desaparecer su familia?
ese
dia.
Estaba alli, con su padre apoyándola, eventualmente la empresa seria suya y tenia a Octavio.
Pero quién iba a decir que las palabras de Mireia, dichas en un momento de discusión, se volverian
realidad.
Al día siguiente Alicia fue a la casa de la familia Benito.
Lorena estaba en casa, sentada en el sofá.
Había un montón de snacks sobre la mesita de café.
Cuando entro, fue a saludar y se sento en el sofá,
Alicia se acercó y llamó “Sra. Lorena“.
Lorena sonrió levemente, “¿Cómo van tus estudios? Empezarás directamente en el segundo año,
¿crees que puedes seguir el ritmo?”
“Octavio me ayuda mucho con los estudios, creo que no habrá problema.”
Lorena asintió. “Eso está bien.”
El ambiente se quedó en silencio por un rato, luego Lorena le ofreció algunos snacks.
Con total casualidad, preguntó: “¿Cómo te llevas con Mireia? Es raro tener un verano libre, las primas
deberían salir y divertirse juntas, ¿no? Aunque Mirela es parte de la familia como tú, no los conoce
mucho. Es timida, deberías pasar más tiempo con ella.”
“Ah, ya que lo mencionas, si yo salto de grado, ¿no dejaría a Mireia aún más sola?”
Alicia tomó un caramelo, retiró el envoltorio y lo colocó en su boca, sintiendo el dulzor, su expresión se
suavizó un
poco.
“Tal vez Mireia esté más cómoda estando sola.”
Lorena empujó el plato de dulces hacia ella y la miró, “¿No se llevan bien?”
*No es cuestión de llevarsebien o no. Ella acaba de llegar a la casa, así que está ocupada tratando de
ser amable y agradable para ganarse el corazón de todos. Yo soy diferente, tal vez algunos hasta
piensen que deshonro la tradición de mi familia, ¿cómo podríamos comparamos?”
Lorena retiró su mano lentamente y se sentó recta, con una sonrisa enigmática en los ojos.
“Es nueva en casa, todo es extraño para ella. Ser un poco más dulce y comprensiva nunca está de
más.”
Alicia miró a Lorena por un momento y luego se levantó lentamente con su mochila.
“Voy a subir, tengo un examen hoy.”
La mujer asintió con una sonrisa amable.
“Sube, luego le diré a la sirvienta que te suba un jugo y una torta.”
“Gracias, Sra. Lorena.”
Alicia asintió con la cabeza, se dio la vuelta y su sonrisa se desvaneció.
Subió las escaleras y abrió la puerta de la habitación de Octavio, entró y se tiró en la cama.
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Octavio termino de leer una pagina de su libro antes de dejarlo a un lado y mirarla
“¿Viniste aqui a dormir?”
Aloiro, se sento de repente y lo miro fijamente. ¿Te gustan las chicas dulces y adorables o una chica
como yo?”
Él atzó ligeramente una ceja. “¿Así que tú misma sabes que no tienes nada que ver con ser dulce y
encantadora?”
“Contesta mi pregunta en serio!”
Octavio echo un vistazo al vendaje en su muñeca que aún no se habia qu
“No lo se.”
“¿No sabes?” Ella funció el ceño. “¿No sabes qué tipo de persona te gusta?”
El chico murmuro con indiferencia. Todavía no he encontrado a alguien que me guste, asi que no lo
se.”
Alicia se levantó de la cama “¿Todavia no has encontrado a alguien que te guste?” Tomo aire, tratando
de suprimir su frustración, “Bien, ahora lo sabes, te gustan las chicas como yo!!
Octavio se dio la vuelta y camino hacia su escritorio, ‘Quién me gusta es asunto mio.”
El ceño de Alicia se amrugó aún más, se acercó a él y lo miro desde abajo. “Está bien, entonces te
pregunto, ¿te gusta alguien como Mireia?”
Octavio sacó el examen que habia preparado con anticipación, sus labios esbozaron una sonrisa
imperceptible y echo un vistazo al reloj su voz era tranquila: “No necesariamente.”
El rostro de Alicia se oscureció y se acercó a Octavio, bloqueando el camino con su cuerpo, apoyada
en el escritorio detrás de ella y pegada a él de frente, levantó la barbilla, hablando con seriedad y con
su caracteristico orgullo
Octavio dio un paso atrás para alejarse de ella, bajando la mirada hacia su figura.
“Alicia, ni siquiera tienes el derecho de tener un noviazgo prematuro, ¿lo sabes?”
“¿Quién lo dice? ¡Hasta los niños del jardin de infantes saben tener novios ahora!”
“¿Entonces crees que ellos también estarán juntos en el futuro?”
Los ojos de Alicia parpadearon, “Asi que te preocupa que mi gusto por ti no dure mucho?”
Octavio entreceno los ojos ligeramente y extendió la mano para empujarla a un lado,
“Estás pensando demasiado.”