Capítulo 141
Capítulo 0141
Julio apartó de inmediato a Natalia.
-Julio, gracias-le dijo Natalia muy agradecida, luego miró triunfante a Silvia.
Ella lamentaba un poco haber elegido casarse con Julio. Se dio cuenta en ese momento de que serja mejor no casarse con él. Si no se casaba con él, podría exigirle cualquier cosa y él generalmente estaría de acuerdo. Se alegraba enormemente de que fuera ella quien fingiera ser la persona que salvó a Nadia....
Silvia vio su total arrogancia y mantuvo una expresión indiferente.
La mansión la villa Oasis era grande, con muchas habitaciones. Natalia eligió una habitación cerca del dormitorio principal, dejando, claro su significado. Mientras ella iba a arreglar su habitación, Silvia se preparaba para regresar de nuevo a su dormitorio.
Julio estaba sentado en la sala de estar y la llamó.
-Ven aquí.
Silvia no sabía qué quería hacer, así que se acercó al instante:
-¿Qué quieres?
Julio observaba su fría expresión. Recordaba claramente que después de casarse, ella le había dicho que la villa Oasis sería su hogar para ellos dos solos. Aparte de familiares y amigos, no permitiría que otras mujeres vivieran aquí.
-No estás enojada, ¿verdad?
El le había prometido a Natalia, en parte por temor a que ella realmente se lastimara, y en parte para ver la reacción de Silvia. No
creía que a ella no le importara.
La respuesta de Silvia, sin embargo, estaba más allá de todo lo que esperaba.
-¿No acordamos que una vez que te pague la deuda nos
divorciaríamos? ¿Por qué entonces, debería estar enojada?
Julio sintió un fuerte nudo en la garganta:
-Espero que puedas mantener esa actitud para siempre. Tengo un
compromiso hoy, no volveré esta noche.
atro se
Natalia realmente no esperaba que, después de todo su teatro, lograra quedarse, solo para que Julio finalmente se fuera. Ella se paró afuera de la habitación de Silvia y llamó con delicadeza a la
puerta.
Sil
estado a punto de continuar escribiendo partituras,
o así podría evitar pensar en cosas que en realidad no sentido. No esperaba que alguien más viniera a interrumpirla,. ata que ya no podría continuar con la partitura ese día. Se levantó y brió la puerta.
Natalia miró a Silvia que, a pesar de estar en verano, llevaba ropa de mangas y pantalones largos, pero aun así pudo notar la inflamación en su cuello. Debido al apoyo de la familia Orellana, solía ir a cenar a menudo a la casa de Silvia. Una vez, Silvia accidentalmente comió productos del pescado y tuvo esa reacción.
-¿Sabes? Eres la primera muñequita de cristal que me encuentro -le dijo con un significado bastante profundo.
Tienes alergia al marisco, solo las damiselas como tú pueden ser realmente tan delicadas. No creerás que, haciéndote la víctima, a Julio le gustarás más, ¿verdad?
Silvia regresó de nuevo a su habitación, tomó una silla y se sentó,
levantó la mirada y sonrió con desprecio.
-¿La que está haciéndose la víctima aquí no eres tú?
Ambas eran mujeres, ¿cómo podría no ver claramente su astucia? Siendo una gran estrella, si le había pasado eso anteriormente, ¿cómo podría permitir que un hombre entrara en su habitación por segunda vez? Natalia, sin sentirse enojada en lo absoluto, sonrió y le dijo:
-Sí, estoy haciéndome la víctima, pero...
Se acercó a Silvia como si temiera que no pudiera escucharla con claridad y aumentó intencionalmente el volumen de su voz. -Me hago la víctima, así Julio se preocupará por mí, ¿pero tú? ¿Se ha preocupado por ti después de verte así de mal?
Silv
ondió. Natalia continuo:
te no entiendo por qué insistes en competir conmigo por unque fueron esposos, ¿sabes cómo es la experiencia más a con él? ¿Sabes de qué lado le gusta dormir? ¿Sabes si prefiere ba o abajo? Sé definitivamente todas esas cosas.
Silvia no esperaba que Natalia fuera tan explícita. Sus ojos parecían en ese momento vacíos. En ese aspecto, seguramente no conocía a Julio tan bien como Natalia. Pero ahora, no quería saber nada más. Le daba igual lo que le gustara a Julio; solo quería tener un hijo rápido y alejarse de él.
Al ver que Silvia no tenía una respuesta, Natalia disfrutó de una satisfacción total, que nunca había sentido. Silvia no le prestó atención y le habló pausadamente:
-Después de todos estos años, supongo que has ahorrado bastante. dinero, ¿verdad?
-¿Qué quieres decir?
-Te doy unos meses para que ahorres más dinero. Me iré de la vida de Julio por mi propia voluntad.
Como gran estrella, Natalia había ganado una considerable suma en los últimos años, entre susCom honprantos por películas y diversas tarifas de patrocinio. Sin mencionar que podría acumular al menos unos treinta mil millones. Read the latest
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-¿Estás segura de lo que dices?
Natalia escuchaba a Silvia hablar de
dinero por primera vez. Antes, Silvia consideraba a Julio como un tesoro invaluable, y ninguna cantidad de dinero podía influir en ella.
-Sí, he pasado varios años sufriendo en el extranjero, ya he tenido om e sidoom suficiente. Quiero una unà gran suma de
dinero para el resto de mi vida. The
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Sil
uó:
Julio en realidad no me ama, y seguir con él no me haráNôvelDrama.Org exclusive content.
nero.
Cuánto necesitas? -le preguntó Natalia.
Cien mil millones.