The Dark Secret of the CEO

Chapter 35



Chapter 35

Matías smiles, his sister has always been somewhat dramatic about some things, for him, Luz was born old. So he tries to relax her a bit.

-It can’t be so terrible, soon you’re going to tell me that you’re pregnant or what – Luz only emits a slight sob – Luz ? Was that it?

-Yes – she says in a whisper and Rafael squeezes her hand –

-Shit! I messed up… oh, little sister… don’t cry, it’s not bad, you’re not alone… wait-he gets serious and his attitude changes completely-

Matías, who was in the dining room with some colleagues, storms out to the patio. He already imagines what may be happening.

– Luz, tell me something… did you tell our parents?

-Yes… – she tells him crying a lot –

-Did they do something to you?

– Mom slapped me… they treated me like a bitch… Matias , I swear I didn’t do anything wrong, I… oh, brother, I was so afraid that you would judge me like them.

– Luz, family is the most important thing and all those conventions of our parents are worth it to me. I’ve seen things a thousand times worse than a pregnant eighteen-year-old girl. You’re my sister and… damn – Luz hears a door open and shouts in the distance – I’m going to be an uncle!

The whistles and applause make Luz smile with relief. She already has three men behind her willing to stop bullets for her and her son.

– Well, now you have my reaction. Now, what matters, the father.

– There is no father – she answers quickly –

-Don’t you want to take over? ‘Cause you know I can do it…

-I don’t know who he is – those words make Matías unseat himself in a seat and run his fingers over his forehead –

-Luz, it’s your life, I’m not going to interfere, but… seriously, you don’t know? Content rights belong to NôvelDrama.Org.

-Don’t ask me, I beg you, one day I’ll be ready to tell you how things happened.

– Well, I’ll wait… did they kick you out?

-Yes, but don’t worry. I’m at a friend’s house now and then I’ll see an apartment or something, it would be just for the weekends, you know, for my job.

-Do you have a way to support yourself?

– Pffff, you’re talking to the crazy savings and my job now would allow me to pay for a house if I wanted.

But college…

-And do you think I can study now? Look, believe me, I’m fine, my friend and my boss support me But with you on my side, I feel like justice is on my side

– Hahahaha well, somehow, it’s true. From now on I tell you that I do not want to talk to them, they have behaved very badly with you. You have never been a bad daughter, on the contrary, you gave up your dreams because they couldn’t pay for college

-Don’t do that to them, you’re their pride.

– Do you think it would continue to be their pride if they knew that I wounded a man with a bullet and almost died ?

It’s your job, Matías… they knew.

-Sí, era un ladrón peligroso, a su última víctima la violó… cuando lo encontré, no dudé en disparar cuando quiso escapar, me imaginé que pudiste ser tú, la chica solo tiene veinte anos. Así que una bala e n la pierna… solo que le cayó en la arteria.

-¿Qué habrías hecho si esa chica hubiese sido yo?

-Lo mato – los colegas de Matías lo ven encogerse de hombros y agachan la cabeza – ,

Lo cierto es que para ellos, que tienen un vínculo especial, saben a lo que Matías se refiere. Pero es tarea para otra historia.

– Ten cuidado, hermanito… te quiero muchísimo.

-Yo también, mi ampolleta – Luz se ríe por ese apodo que su hermano le puso desde pequeña y que es s u manera de decirle que ama con todo su corazón —

Lo cierto es que ahora Luz no es la única que ocupa el corazón se Matias… pero ya dije que eso es para otra historia.

Se despiden y en cuanto Luz corta la llamada, se desparrama en el sofá, sin saber cuando o cómo llegó allí. Rafael le extiende un postre de manjar y chocolate, que ella recibe con una sonrisa.

-Ahora, tu jefe.

-Eh… esa la haré en la habitación de invitados, si no te molesta.

-Claro…

– Pero luego del postre.

Rafael la ve comerse el postre con tanto gusto, que se hace la nota mental de comprar unos cuantos más, para que no le falten.

Cuando Luz termina, él le quita el pocillo y lo tira a la basura, le entrega el móvil y, mientras ella se va a llamar a Gerard, Rafael se sienta a investigar sobre el embarazo.

eri

2 marc

Al cerrar la puerta de la habitación, Luz marca el número de Gerard, quien responde casi de inmediato - Gerard Finnick – dice con tono frío -.

-Gerard, hola… Soy Luz.

-Lucecita – dice cambiando el tono de voz a uno más amable — ¿Cómo estás?

– Ahora mejor.

– Dime, ¿le dijiste a tu familia?

– Por eso te llamo, creo que no podré ir con ustedes el domingo, queria saber si es posible que me des libre dos días, mis padres me echaron de la casa y…

-i¿Cómo?! ¿Te echaron? Por dios, Luz… no es justo.

– Ya no quiero pensar en eso, solo quiero seguir adelante y recuperarme, por mi hijo. -¿Has pensado qué harás? -Me lo quedaré, no estoy pasando por todo esto solo para después entregárselo a una familia que ni siquiera sé si lo querrá. -Te felicito… ¿y el padre? ¿hablaste con él? ¿te está apoyando?

– Prefiero no hablar de eso por ahora, si no te importa.

-Te entiendo, disculpa… mira, yo me di vacaciones, estaré tres semanas en casa, quiero lleva a Charlize a Disneyland.

-¡Excelente!

–¿Vendrías con nosotros?

-Eso depende, de cómo vayan mis síntomas, no querrás subirte a un vuelo comercial con una mujer que vomita hasta por el olor del agua – le dice riendo –

– Iríamos en mi jet, pero lo cierto es que no me molestaría – Luz suspira y Gerard sonríe -. Además, estas semanas me las tomé para cuidar de mi hija, así tú descansas. -Gerard, no puedo dejar de trabajar justo ahora, necesito el dinero más que nunca. -Yo no he dicho que vayas a dejar de trabajar o que te vaya a despedir, te estoy dando una… licencia médica.

Ambos se ríen, porque saben que eso es solo para ayudar a Luz.

-¿Sabes? Ahora eres tú el que se está portando como un ángel guardián.

-I’m not by a pen, Luz… I’ve done terrible things in my life.

-Of course, like every lawyer in New York – Luz laughs -. But seriously, this thing you’re doing for us is taking you to heaven.

-I doubt it, but I think that for now I will only focus on taking care of you.

-Thank you, give kisses to my little princess.

-I’ll give them to you… and, Luz – Gerard hesitates a little, but in his life he has regretted many things, this will not be one of them -. You have no idea how I would like to be the father of that baby. 9


Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.