Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio

Capítulo 603



Capítulo 603

Leo, ¿qué quieres hacer? Primero engañaste a Natalie, ¡y ahora lo mereces si Natalie quiere divorciarse de ti! Si no firmas el divorcio, ¡no seré tu abuela a partir de ahora!

La mirada de Leonardo se tornó fría de repente, sus ojos oscuros como la tinta clavados en Josefina.

-Abuela, no importa con qué me amenaces, no me divorciaré de ella. ¡Es mi única mujer en toda mi vida!

Leonardo lo dijo palabra por palabra, como si se lo dijera a Josefina, y como si fuera una promesa a Natalie.

Sin embargo a Natalie ya no le importaba, Leonardo le había mentido muchas veces, ya no se atrevía a confiar en él.

Después de decir eso, Leonardo abrazó a Natalie y se fue. Contentt bel0ngs to N0ve/lDrâ/ma.O(r)g!

Josefina miraba su espalda, y estaba preocupada por Natalie pero no podía hacer nada, no sabía que hacer.

El mayordomo la consoló: -Señora, después de todo, esto es entre ellos, usted deje que lo solucionen ellos.

Josefina suspiró: -Los dejamos…

Después de meter a Natalie en el coche, Leonardo pisó el acelerador y el coche arrancó a toda velocidad.

Al llegar a Royal, Leonardo paró el coche y miró a Natalie, que estaba un poco pálida en el lado del copiloto, y dijo: Natalie, tenemos que hablar.

Natalie le miró con expresión gélida: -Lo único que tenemos que hablar es del

divorcio.

Leonardo frunció el ceño y sus ojos se enfriaron.

-¡Ya te he dicho que no me voy a divorciar de ti!

-Entonces no tenemos nada que hablar. Leonardo, aunque no aceptes

divorclarte hoy, tengo otras soluciones.

Leonardo la agarró de la muñeca y apretó los dientes: -¿Qué quieres hacer? ¿ Apelación? Estoy seguro de que ningún abogado de Monteflor se atrevería a aceptar tu petición de divorcio,

Natalle se rió y le apartó la mano:

Leonardo, ni siquiera aceptas el divorcio, así

que por supuesto sé que una apelación no te amenazará,

¿Qué otra medida puedes tomar para obligarme a divorciarme sino apelar?

-181 no aceptas el divorcio, te engañaré una vez al mes hasta que lo hagas! Tenía los ojos tranquilos, como si estuviera hablando de algo normal.

¡No te atreves!

La hostilidad afloró a los ojos de Leonardo, como si estuvieran envueltos en hielo frío, de modo que la gente temblara inconscientemente al mirarlos.

Natalie levantó las cejas, -Si no aceptas el divorcio, ya verás si me atrevo.

Leonardo la miró como si la conociera por primera vez.

-Natalie, no me hagas encerrarte.

Natalie se mofó: –¡Me encierras! Esta vez no me rendiré y no te lo perdonaré jamás.

Casada con él durante tres años, agotó toda la pasión, estaba completamente dolida por la relación y quería marcharse, pero él no la permitió, y volvió a enamorarse de él.

Pero esta vez, lo que recibió fue un abismo más profundo.

Tal vez no debería haberle perdonado al principio, entonces no la habría engañado, y ella no habría sido como una persona que se ahogaba, saliendo a la superficie, y de nuevo siendo presionada por él contra el agua sin poder respirar.

—Piénsalo, no volveré a Royal durante este tiempo, llámame cuando decidas.


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