Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio

Capítulo 550



Capítulo 550

Natalie se mordió el labio inferior y estaba dudando cuando Leonardo volvió a susurrarle al oído.

-Tu compañera nos está mirando ahora. ¿Estás segura de que no tomas una decisión ahora?

Ante eso Natalie apretó los dientes y dijo: -Vale, te lo prometo.

-Entonces te espero en casa.

Leonardo se giró para saludar a Angela y luego subió a su coche y se marchó.

Ángela miró a la sonrojada Natalie y le preguntó: -¿Qué te acaba de decir, tienes la cara tan roja?

Natalie se tocó la cara caliente. -No…. Nada, Ángela, vamos dentro.

Ángela sonrió y no hizo más preguntas.

Cuando entraron en el restaurante, el camarero se les acercó.

-Señorita López, el señor Ramos reservó todo el restaurante, les llevo al mejor sitio con vistas al río.

Después de sentarse y pedir la comida, Ángela comenzó a preguntarle a Natalie, -Tu novio, es muy poderoso. ¿Su familia tiene una empresa?

Natalie asintió, -Sí.

Al mencionar a Leonardo, recordó lo que le había dicho Leonardo al oído, y su rostro, que había

calmado, se calentó de nuevo.

Frunció los labios, cogió su vaso de agua, bebió un sorbo y dijo lentamente: -No le menciones, hablemos de esta operación. Esta operación sólo tiene un porcentaje de êxito del 50%, y puede surgir todo tipo de emergencias que debemos prever de antemano.

La expresión de Ángela se tornó seria mientras asentía y decía: -Sí, lo sé. He oído que el paciente es

amigo tuyo… Belongs to (N)ôvel/Drama.Org.

-Bueno, trabajé con él un tiempo antes.

Tras hablar un rato sobre los detalles de la operación, hablaron de la vida de Ángela en el extranjero en

los últimos años.

Al saber que estaba soltera, Natalie se sorprendió: -Ángela, tantos chicos te admiraban. ¿No querías

elegir uno?

Angela sonrió, y se sentía decepcionada.

No tiene sentido tener una relación, quiero dedicar mi vida a la medicina.

Natalie suspiro. -Bueno, trabajaste más que todos nosotros cuando estudiabas medicina en el maestro.

Angela enarcó una ceja. No me halagues. ¿Por qué no dices que descubrí que Fermín y tú estaban

memorizando los nombres de los medicamentos en media noche?

Ambos mostraban nostalgia al mencionar el pasado.

-Estudiar medicina con el maestro fue lo mejor que he hecho en mi vida.

-Yo también.

Después de cenar, Natalie llevó a Ángela al hotel.

-Angela, quedan unos días para la operación. Si quieres pasear por Monteflor, no dudes en llamarme.

-Olvidalo, tienes que trabajar, si quiero salir, llamaré a Fermín.

Natalie se lo pensó y asintió: -Vale, te mandaré dos guardaespaldas para tu seguridad.

-Bien.

Natalie le entregó a Ángela los dos guardaespaldas que Leonardo le había asignado y luego tomó un

taxi al chalet.

Cuando vio que Leonardo no estaba en el salón, aligeró inmediatamente sus pasos e intentó volver al

dormitorio.

Justo cuando llegaba a la puerta del dormitorio, Leonardo sonrió.

-Natalie. ¿por qué pareces una ladrona?

Natalie se puso rígida, se giró para mirar a Leonardo, frunció los labios y dijo: -No, no quiero molestarte

en el trabajo.

Leonardo enarcó una ceja. -¿Temes molestarme, o que te obligue a cumplir tu promesa?


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