Capítulo 21
Capítulo 21
Natalie respondió con impotencia: Antes había diseñado un vestido para tu cumpleaños, pero por error, una nueva empleada lo colocó en la ventana y alguien quiere comprarlo.
Tina alzó las cejas y exclamó curiosa: -¿Qué tipo de vestido es? Vamos, hoy tenemos que asistir a la fiesta de cumpleaños de tu abuelo, ¿por qué no le dices a Patricia que lo envíe aquí para que pueda llevarlo?
-Faltan hasta dos semanas para tu cumpleaños. Lo discutiremos en tu dia. Ahora ve a trabajar. También tengo que revisar algunos documentos.
No queriendo darse por vencida así, Tina intentó nuevamente convencer a Natalie por otro rato, pero no tuvo éxito y finalmente se marchó a trabajar.
Cerca del final de la jornada, Natalie recibió la llamada de Leonardo.
-Estoy abajo en MY, ¿cuándo terminas?
La voz de Leonardo estaba llena de frialdad, que se notaba que aún estaba molesto por lo que habia sucedido la noche anterior.
-A las cinco. Faltan unos quince minutos. Si tienes prisa, puedo bajar ahora.
-No es necesario, esperaré por ti.
Cuando llegó la hora de salida, Natalie apagó su computadora y salió del edificio. Material © of NôvelDrama.Org.
Justo afuera, vio el Maybach negro aparcado a un lado de la carretera.
Se acercó al auto y abrió la puerta. Justo cuando se metió, sintió que algo andaba mal.
Leonardo estaba revisando documentos en la mano y dio instrucciones al conductor sin siquiera levantar la cabeza.
Ambos viajaron en silencio hasta llegar a la puerta de la vieja mansión de la familia López. Cuando el coche estaba a punto de detenerse, Natalie se volvió hacia él y advirtió: -Si alguien te pregunta por qué llegué en tu coche, sólo dile que Matilda te pidió que me recogieras.
Leonardo frunció el ceño, mirándola con frialdad. -¿Es vergonzoso para ti viajar en mi coche?
-Nunca hicimos pública nuestra relación, y ahora que estamos por divorciarnos, no hay necesidad de que otros lo sepan.
Leonardo hizo una mueca y preguntó con sarcasmo: -¿Tienes miedo de que, si la gente se entera, se te dificulte encontrar un nuevo galán?
Ante esas palabras, Natalie se sorprendió por un momento y luego respondió con indiferencia: -Me alegra que lo entiendas.
Dicho eso, se preparó para abrir la puerta y bajarse cuando la agarraron de la muñeca y la jaló hacia atrás, haciéndola caer en los brazos de Leonardo.
Natalie frunció el ceño y se dispuso para apartarlo, pero de repente escuchó su voz fría desde arriba: – Natalie, ¿por qué siempre tienes que superar mis límites una y otra vez?
Mientras tanto, la familia López se enteró de que Leonardo había llegado y salieron a recibirlo. Santiago estaba al frente, con una sonrisa de satisfacción en su rostro.
La visita de Leonardo a la fiesta de su cumpleaños era un gran honor para su familia y también una advertencia para aquellos que intentaran aprovecharse de ellos.
Beata también estaba orgullosa. Si no fuera por Matilda, Leonardo no habría venido, y todo eso era gracias a la hija que había criado.
Sin embargo, después de esperar varios minutos y no ver a Leonardo bajando del coche,
comenzaron a preocuparse.
Al notar que toda la familia López se había dirigido a la entrada, los invitados la siguieron para ver qué pasaba. Pero como no se encontraron con Leonardo, no pudieron evitar empezar a
comentar entre si.
-¿Qué está pasando? ¿Acaso el señor Ramos no viene hoy?
Quizás la familia López lo ofendió, por eso no quiere bajar del coche.
Pero escuché que al señor Ramos le gusta Matilda. Incluso si la familia López lo ofendió, ¿ por qué ella no va a buscarlo y persuadirlo? Creo que ellos dos tuvieron una pelea y por eso el señor Ramos está esperando a que Matilda lo invite a bajar.
Los comentarios de la multitud llegaron a oídos de la familia López, y Santiago no pudo evitar
mirar a Matilda.
-Mati, ve y trae al señor Ramos.