Chapter 55
Capítulo 55
Lidia consolaba a Margarita,
“Oye, hermana, no te amargues por esto, yo estoy con Blaze. Mira, no hay que temer al ladrón que roba, sino al que nos acecha. Blaze está en la flor de la vida, ¿cómo va a resistirse a una tentación?”
Margarita le replicó, “Es verdad, pero mira lo que dijo papá, parece que todo fuera culpa de Blaze.”
“Eso es porque papá está furioso. No le tomes en cuenta y mejor piensa en cómo deshacernos de esa zorra.”
“¡Claro que si! ¿Quiere entrar a nuestra familia por la ventana? ¡Que siga soñando! Voy a acabar con ella.”
Margarita subió a su carro con un aire tempestuoso y se fue.
Lidia observó cómo se alejaba y entrecerró sus ojos, planeando su próximo movimiento.
Se metió en su coche y le preguntó al chofer, “¿Ya averiguaste bien?”
El chofer le respondió de inmediato, “Sí, señora. La enfermedad de Miro sí que es grave,
casi se tira de un edificio.”
“¿Casi se suicida?”
“Si. Dicen los médicos que los niños con trastornos psicológicos, si no se curan, terminan
suicidándose.”
Un brillo de emoción cruzó por los ojos de Lidia.
El chofer añadió, “Señora, Miro quizás no dure mucho. Y en la familia Bello siempre ha habido un solo heredero. Incluso si Aspen se casa de nuevo, no creo que pueda tener más hijos.
Cuando Miro fallezca, el próximo en línea para heredar los negocios de Regio Bello tendremos que ser nosotros. Pero Blaze es un vividor, y su otro sobrino aún es un crío y vive en el extranjero..
ΕΙ
que
más posibilidades tiene es nuestro joven señor. ¿No cree que deberíamos traerlo de vuelta?”
Lidia era muy astuta, siempre había tenido la presidencia de Regio Bello en la mira.
Aparentemente solo tenía una hija y nunca competía por nada, siempre amable con todos, pero en realidad éra la más sutil y traicionera. This content belongs to Nô/velDra/ma.Org .
Había enviado a su hijo lejos para que lo educaran en secreto, ni siquiera Paulo ni Aspen lo sabian.
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Estaba esperando el momento perfecto para actuar y nunca había renunciado a su deseo de controlar la empresa.
“Todavía no es el momento, esperemos un poco más. Esperaremos a que Miro esté en su lecho de muerte para hacer nuestro movimiento. ¿Sabes cuánto tiempo le queda?”
“No se puede decir con certeza, los problemas psicológicos son impredecibles. Pero parece que solo empeorará con el tiempo. Este intento de suicidio es solo el principio,
habrá más.
Lidia sonrió con frialdad,
“No creo que Aspen pueda salvarlo cada vez. ¡Si él muere, nuestra oportunidad llegará!”
“Así es, nuestros días de gloria están cerca.”
“Vigila a mi hijo, que se enfoque en sus estudios, que domine la economía y la gestión. ¡Él está destinado a grandes cosas!”
“¡Por supuesto!”
Por otro lado, Paulo tampoco perdía el tiempo..
Apenas subió al coche, le dijo a su confidente,
“Debemos encontrar al que le robó el negocio a Aspen. Si pudo arrebatarle miles de millones y romper su seguridad, no debe ser un hombre cualquiera. Si lo encontramos, quizás podamos controlar a Aspen.”
Paulo no quería ceder su poder hasta el último aliento.
Nunca le habría entregado Regio Bello a Aspen si no hubiera sido por la bancarrota inminente que le esperaba a la empresa. Su obsesión por el poder era casi enfermiza.
Pero Aspen era demasiado poderoso y lo había mantenido bajo su sombra todos estos años.
Hasta que escuchó que alguien había burlado la seguridad de la empresa y le habían robado millones, Paulo vio la posibilidad de darle la vuelta a la situación.