¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo

Capítulo 909

Aspen tensó la mirada, mientras Carol, sonrojada, cambiaba rápidamente de tema, “¿Esta es la tienda de dulces que me regalaste?”

Aspen la miró por un momento antes de volver su atención a Tesoro, que saltaba de alegría. Pensó: Tesorita, la felicidad de tu papá esta noche está en tus manos.

¡Estaba dispuesto a aceptar su premio de esa noche!

Aspen retiró su mirada, también sus pensamientos, y asintió, “¿Te gusta?”

Los ojos de Carol se abrieron de par en par, ¿a quién no le gustaría?

Pensó que sería solo una pequeña tienda, pero resultó ser un local de dos pisos, de al menos cuatrocientos o quinientos metros cuadrados.

A través del escaparate se podía ver que el interior estaba decorado con exquisitez, muy romántico.

“¡Me encanta! Pero, ¿el alquiler de este lugar debe ser muy caro, verdad?”

Aspen sonrió, “No tienes que preocuparte por el alquiler, toda esta calle le pertenece a tu esposo.”

Carol: “¿Qué?!”

Aspen dijo: “La propiedad de esta calle está a mi nombre.”

Carol: “…”

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Aspen la rodeó con el brazo y avanzaron,

“Esta es tu floristería, esta tu librería, este tu café, esta tu tienda de mascotas, y también este y este… todos son tuyos.

Con cada tienda que Aspen mencionaba, el corazón de Carol daba un vuelco.

Solo tenía un pensamiento en la cabeza: ¡Dios mío, me he hecho rica, de verdad me convertí en una mujer adinerada!

¡Todas estas tiendas, son dinero en efectivo!

“¿Por qué me das todas estas tiendas de golpe?”

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Aspen explicó:

“La floristeria la compré porque una vez Orion te regalo un ramo de flores y te emocionaste mucho, me puse celoso y terminé comprándote una floristería. Las otras tiendas, porque Lain dijo que alguna vez mencionaste que querías tener una librería, un café, una tienda de mascotas…”

Carol quedó sin palabras,

“Solo lo dije de pasada cuando me preguntaron qué quería hacer en el futuro. Dije que quería tener negocios y ser una mujer adinerada. ¡No pensé que se lo tomarían en serio!”

Aspen zanjó la conversación con una frase,

“Si no te gustan estas tiendas, podemos abrir otras. Al fin y al cabo, tu esposo es rico.”

De hecho, ya estaba manejando la transferencia de propiedad, planeaba transferir todas sus posesiones a nombre de Carol.

Sabía que a Carol, aunque le encantaba el dinero, lo amaba más a él.

Pero aún así quería hacer la transferencia.

No sabía exactamente cómo demostrarle su amor, así que decidió darle todo lo que tenía.

Su dinero, su persona, su cuerpo, su corazón, incluso su alma, ¡todo para ella!

“Mira aquí, también he dejado algunos espacios vacíos para que los utilices como quieras. Si no tienes otras ideas, podrías hacer un estudio. Estudiaste psicología infantil, este lugar y ambiente son perfectos para eso.”

Al oír esto, los ojos de Carol brillaron.

Después de pasar cinco años en la montaña, aparte de aprender medicina con los maestros, se dedicó a estudiar psicología infantil.

Su sueño era obtener todas las certificaciones necesarias y luego abrir un estudio para atender a niños con trastornos psicológicos.

Por un lado, como madre, quería que cada niño con trastornos psicológicos encontrara redención.

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Por otro lado, veia esta profesión con mucho futuro.

No sabia si era por la influencia del entorno, pero los niños de hoy en día parecían tener las emociones más frágiles, y los casos de trastornos psicológicos estaban en aumento.

¡Pero faltaban médicos de psicología infantil realmente competentes!

Si ella era buena en su trabajo, muchos padres la buscarían, y su billetera se engrosaría cada vez más.

Solo que nunca había compartido este pensamiento con Aspen, ni con los niños, ¿cómo lo sabía?

Carol, emocionada y conmovida, preguntó,

“¿Cómo sabías que quería enfocarme en la psicología infantil?”

Aspen sonrió, “Lo adiviné.”