¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo

Capítulo 870

Su hermaníta era suave y tierna, a simple vista se notaba que era fácil de querer.

Pero ellos no se atrevían a estirar la mano, ¡temían asustarla!

Mamá solo les había dado esa una hermanita, ¡y la valoraban como un tesoro!

Además, después de haber estado separados por tantos años, hoy por fin se encontraron. Para lograr que la hermanita regresara a casa, incluso se aliaron con su peor enemigo, ¡no podían dejar que se asustara y huyera!

Sin atreverse a moverse, los cuatro pequeños solo la observaban con los ojos bien abiertos.

Sus miradas se fijaban en su hermanita sin querer apartar la vista.

Normalmente, estos pequeños tan orgullosos, ahora frente a su hermanita, se mostraban especialmente cuidadosos.

Porque la querían tanto, eran tan cuidadosos, temían que por un descuido, pudieran asustarla.

Tesoro, abrazando un peluche de conejito, se sentaba tranquila entre ellos.

Sus grandes ojos redondos parpadeaban, con pupilas brillantes y negras girando curiosas en sus órbitos.

Miraba curiosamente a uno y a otro.

Con un aire tierno y adorable, aunque no demasiado avispada.

Era la primera vez que veía a sus cuatro hermanos, y les tenía un cariño especial.

Cariño y gusto, pero como nunca antes los había visto, estaba un poco nerviosa el primer día de

encuentro.

Si los hermanos no hablaban, ella tampoco se atrevía a hablar.

Solo mantenía sus grandes ojos abiertos, mirando fijamente a sus cuatro hermanos.

Finalmente, Laín rompió el silencio para buscar tema de conversación, “Tesoro, ¿extrañas a mamá?”

La hermanita asintió rápidamente, con voz infantil, “Si” This belongs to NôvelDrama.Org.

Laín sonrió, “Mamá también te extraña mucho, ¿qué tal si le hacemos una videollamada?”

Hacer una videollamada para que mamá viera a Tesoro podría tranquilizar a mamá, y también ayudar a aliviar el nerviosismo de su hermanita.

La hermanita asintió entusiasmada, “¡Sí!”

Luca dijo, “El cabello de Tesoro está desordenado, ¿te ayudo a peinarlo para que estés hermosa para ver a mama?”

“Claro, gracias, hermano Luca.”

Al oír ‘hermano Luca‘, Luca se emocionó tanto que su rostro se sonrojó, “De nada, de rtada, hermanita, no tienes que ser formal con tu hermano.”

Diciendo esto, Luca con cuidado quitó la liga y las horquillas del cabello de Tesoro, y le volvió a hacer el peinado.

09:55

Capítulo 870

Ledo estaba verde de envidia, también quería que la hermanita lo llamara hermano.

Después de que Luca terminó de peinar a Tesoro, Ledo aprovechó para interactuar con ella,

“Vaya, ¿de quién es esta hermanita tan adorable? ¡Ah, resulta que es de nuestra familia!”

Miro también quiso hacerse notar delante de la hermanita,

“Tesoro, eres adorable y también muy bonita, igual que mamá.”

La hermanita, con dos pequeños mechones en la cabeza, parpadeando con sus grandes y brillantes ojos, miró a Ledo y luego a Miro,

“Hermano Ledo, hermano Miro.”

Su voz era dulce y su expresión, encantadora.

Ledo y Miro estaban eufóricos, si no fuera porque estaban en el coche, ¡saltarían de alegría!

Ambos respondieron al unísono, “¡Sí, sí!”

¡Qué falta de compostura!

El ser llamados hermanos los tenía en las nubes.

Laín sonrió y marcó el número de Carol, y tan pronto como se conectó, Carol preguntó ansiosamente,

“Laín, ¿ya encontraron a su hermanita?”

“Sí, la hermanita está con nosotros, estamos de camino a casa. Le pasaré el teléfono.”

Laín le dio el teléfono a la hermanita, “Tesoro, es mamá.”

Tesoro abrió mucho los ojos, emocionada, “¡Es mamá!”

Rick le había mostrado fotos de Carol y siempre la mencionaba por teléfono, así que no le resultaba desconocida.

Pero a pesar de la alegría, se sintió un poco triste y sus ojos se enrojecieron,

“Mamá, ¿cuándo terminarás de trabajar para volver con Tesoro? Tesoro te extraña.”

Papá había dicho que mamá estaba muy ocupada y que solo cuando estuviera menos ocupada podría volver a casa a estar con ella. Ella había estado esperando a mamá por mucho tiempo.

Carol miraba a través de la pantalla a su querida hija, y sin poder contenerse, las lágrimas se le escaparon. “Mi niña…”

No podía dejar de llorar, intentó controlar su emoción, pero no pudo!