Capítulo 240
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Trey salió de la habitación, claramente incapaz de soportar más el espectáculo de la pelea entre los dos. Con una mirada fría y un cuerpo esbelto, se paró detrás de Melody, -Si van a pelear, lárguense a hacerlo a otro lado, en un lugar donde no molesten. Pagar por una pelea en línea es una cosa, pero armar este show en vivo es otra-
Trey los dejó sin palabras, y después de intercambiar una mirada, Melody decidió cerrar la puerta, - Mejor te vas, no quiero verte-
Así, Briar quedó afuera.
Se quedó pasmado, sin poder creer que la actitud de Melody hubiera cambiado tan rápido y se hubiera vuelto tan gélida. Era como si lo que antes había tenido en la palma de su mano se le hubiera caído y roto en mil pedazos antes de que pudiera atraparlo.
Esa sensación de desconcierto se apoderó de él, y Briar no entendía qué le pasaba, solo sabía que debía estar enfermo.
Ver esa mirada en los ojos de Melody le causaba dolor.
Se quedó como un tonto frente a la puerta de Melody durante una hora, sin que ella volviera a abrirla. Pensó que Melody solo estaba de mal humor, pero nunca imaginó que despedirse de alguien que una vez amaste significaba que ella se iría y él tendría que lidiar con ello por su cuenta.
Allí quedó, junto con todos sus sentimientos, encerrado en los recuerdos del pasado.
Briar camino de un lado a otro frente a su puerta incontables veces, luchando contra el deseo de tocar a la puerta de nuevo.
Había escuchado demasiadas leyendas sobre su persona, que le describían como un dios, pero justo en ese momento, parado afuera de la casa de Melody, se sentía tan perdido como si estuviera frente a una tumba, y toda su gloria del pasado no valía nada frente a una puerta que no se abriría más.
Un repartidor pasó por el piso, vio a un hombre rondando frente a esa puerta, tratando de tocarla pero retirando la mano como si hubiera recibido una descarga eléctrica,
Luego, finalmente, se dio la vuelta y se fue con el rostro pálido.
*
Después de cerrar la puerta, Melody le dio a Trey una sonrisa de disculpa, -Lo siento, viste un espectáculo vergonzoso-
Trey, con los brazos cruzados sobre el pecho, respondió, -No hay problema-
Hablaba de forma neutra, y aparte de su rostro, no había nada en él que se pareciera a Igor.
Melody se vio arrastrada a una pesadilla en la que Trey se parecía mucho a Igor, pero luego volvió a la realidad.
Se forzó a sonreír, -Olvídalo, Eric, vamos a preparar la cena-
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Capítulo 240
Eric giraba alrededor de Melody, y cuando madre e hijo estában juntos, solo se tenían el uno al otro en sus ojos, y nadie más podía entrar en su pequeño mundo.
Trey volvió a su asiento y luego le echó un vistazo a Melody, quien parecía luchar por mantener la calma, pero a veces, al tomar los cubiertos, sus manos temblaban ligeramente.
Él bajó la mirada y se quedó en silencio.
Al día siguiente, cuando Melody se levantó, encontró a otro hombre esperando en la puerta de su casa, era Mateo, que parecía llevar un rato allí. Al ver a Melody salir, miró detrás de ella, -¿Trey no salió contigo?–
Melody negó con la cabeza, -Aún no despierta-
-Mejor así-
Mateo sacó el cigarrillo de su boca y lo tiró en el cenicero junto al ascensor, tomando la mano de Melody y llevándola al elevador.
Melody, sorprendida por el repentino movimiento de Mateo, sintió su corazón saltar un latido antes de reaccionar, -¿Qué haces?–
-Tenemos que hablar sobre Trey, creo que es necesario que sepas unas cosas-
Mateo miró los números del ascensor disminuyendo y luego empujó a Melody hacia una esquina, -No puedes confiar en él tan fácilmente-
Melody frunció el ceño, -¿Qué pasa? Todos dicen lo mismo, primero Briar y ahora tú-
-¿Briar también lo dijo?—
Mateo levantó una ceja y luego sonrió burlonamente, -Parece que se preocupa mucho por ti-
Esa insinuación tenía un toque de ambigüedad, y Melody se mostró molesta, -No hace falta que lo digas así, no voy a cometer la misma tontería otra vez-
Mateo se rio con ganas, -¿Y con respecto a mí?—
Melody respondió con sarcasmo, -Ni siquiera hay una primera vez que considerar-
Mateo sintió como si una flecha le hubiera atravesado el pecho.
-De todos modos, Trey no es un tipo limpio, por ciertas razones no puedo contarte todo. Melody, tienes que tener cuidado con él- Mateo, con su atractiva mirada, se acercó a ella, pero la mujer permaneció indiferente.
Viendo que el ascensor estaba a punto de llegar a su destino, Mateo solo pudo susurrarle a Melody, -Y últimamente no puedo aparecer contigo en público, así que solo puedo pasarte el mensaje aquí. Ten cuidado con Trey, no es un buen tipo. Aunque yo tampoco soy un santo. Pero…-
Sonrió con malicia y picardía, y aquellos ojos azul–verdes brillaron con especial belleza en ese instante. Mateo tenía un rostro encantador y diabólico, y hablaba con un tono rebelde y despreocupado, -Admito que no soy el mejor, pero también admito que tú me provocas ciertas ideas-