Capítulo 445
Capítulo 445
Capitulo445
No es que te estuviera vigilando, simplemente estaba curioso. Queria ver si Enrique vendria a recogerte. Pero después de esperar varios dias, te vi yendo y viniendo cada dia por tu cuenta. Qué puedo decir? Era de esperar. Ese chico solo esta tras tu herencia y ni siquiera hace el esfuerzo de aparentar—dijo Francisco sosteniendo la copa de vino, golpeando el borde con los dedos de manera placentera.Property © NôvelDrama.Org.
Isabel no sabia por qué estaba tan contento. ;Estaba feliz porque la ex no habia encontrado una nueva pareja mejor que él? ~Estaba feliz porque la ex se arrepentiria de haber roto con él al ver que la nueva pareja no era tan buena como él?
... En realidad, parece que todos los hombres, independientemente de su clase social 0 estatus, tienen esta tendencia de raices inferiores.
Isabel tom6 unos trozos de carne de res que el chef les entreg6, antes de probarla, la olid para asegurarse de que no le causara nauseas, y luego continué comiendo: -Cuando estabamos juntos, ni siquiera me llevabas y traias del trabajo todos los dias. ~Como puedes concluir que él esta tras mi herencia solo por eso?
-Si no esta tras tu herencia, gpor qué se casaria contigo? El tiene tantas mujeres jovenes y hermosas a su disposicion. gCémo podria elegirte a ti, que eres cuatro afios mayor que él? Los hombres generalmente prefieren a las mas jovenes. Ademas, 4no sabes? Hasta ahora, no ha cortado relaciones con esas mujeres. Durante el festivo, mientras tu trabajabas en el bufete, él se fue a pescar con una mujer y las fotos de él abrazando a una chica en bikini se compartieron incluso en mi circulo de amigos.
Francisco simplemente queria decir que Enrique no era mejor que él.
Los trozos de carne de res estaban un poco salados. Isabel dio otro sorbo al sake antes de responder con una frase que dejo a Francisco sin palabras: -~No has buscado mujeres? ¢No ibas a ser atrapado en la cama por
mi?
El chef, que habia estado escuchando secretamente, no pudo evitar levantar la mirada para observar a esa pareja que irradiaba una élite coincidente, con una relacién dramatica y fuera de lo comtn.
Francisco, incémodo al ser recordado de sus asuntos vergonzosos, fruncié el cefio con disgusto: discutimos y yo estaba de mal humor, bebi demasiado. Ella misma subié a mi cama...
Ya te lo expliqué. Ese dia
-4Estabas de mal humor dos veces? Te emborrachaste dos veces?
Isabel sonrié: -Francisco, solo con lo que he descubierto ya hay dos ocasiones. , Cuantas mas no he descubierto? Encontrar una cucaracha indica que ya hay un nido de cucarachas debajo. Emborracharse, bien? Supongamos que esto es un caso penal. ,Podrias lograr una absoluci6n por fuerza contra una mujer ebria para tu cliente, sefior abogado Nufiez?
Eso, por supuesto, seria extremadamente dificil.
Porque la ley no absolvera a alguien solo por estar ebrio, el juicio seguira su curso segtn las circunstancias. Francisco, con una expresién desagradable en su rostro retinado, observo a Isabel comer despreocupadamente dos brochetas mas antes de soltar una risa fria y finalmente admitir: -Si, fue parcialmente mi culpa. Buscaba algo nuevo. Estuvimos juntos durante siete afios y, en ese momento, estaba un poco harto.
Estaba harto. Era una razon bastante honesta.
Isabel afirmd6. Al menos estaba dispuesto a admitirlo, lo cual, en comparacion con aquellos que se aferran y se niegan a aceptar su comportamiento deplorable, mostraba que Francisco alin conservaba algo de integridad.
-Asi que ahora, después de dar vueltas, gpiensas que soy la mejor opcidn y vuelves a buscarme? -dijo Isabel mientras se limpiaba la comisura de los labios. con una servilleta.
-Bueno, supongo que esta bien.
El joven chef tembld ligeramente, haciendo que las especias se derramaran accidentalmente sobre sus propios zapatos. Mirdé Isabel con asombro.
Como observador, el joven chef habia estado escuchando cémo el hombre no dejaba de hablar, mientras Isabel mantenia una expresion imperturbable. En su mente, especulaba que el hombre probablemente estaba persistiendo y molestando, y que Isabel, siendo firme, no le prestaba atencién. Nunca esperé escuchar a Isabel decir esa frase...
Francisco no se sintié particularmente feliz al escuchar esas palabras. Después de tantos afios juntos, conocia bien la personalidad de Isabel. Sabia que sus palabras no serian tan simples.
-g Tienes condiciones?
Isabel, vistiendo un suéter blanco crema de cuello alto con un estilo suelto y moderno, se apoyé ligeramente en el respaldo de la silla, adoptando una actitud de reina mientras miraba a Francisco: -Puedes unirte como el tercero.
jFrancisco sabia que esto vendria! Se aflojo un poco la corbata: jNo es eso lo que quiero decir! Me refiero a que te divorcies de Enrique. Isabel levant6 una ceja: -,Y luego casarme contigo? g También estas tras mi herencia?
-jPor supuesto que no...! -Francisco intent explicar.
Isabel se burlé y lo interrumpio: -Todos estan detras de mi herencia, todos son hombres despreciables. Enrique al menos es joven. Ademas, no me he cansado de él. Dijiste algo revelador antes; no es solo que a los hombres les gusten las mujeres mas jOvenes, a las mujeres también les gusta. Enrique es joven y atractivo, y atin no me he aburrido de él. En cambio, tu eres viejo y aburrido. Sold consideraria volver contigo si sufro un dafio en el cerebro.
-Francisco, ¢quién te dio la confianza para pensar que, si me das una oportunidad, estaria dispuesta a reconciliarme contigo?