Capítulo 96
Capítulo 96
Evrie se quedé sin palabras en un instante. El sabia como ofender a alguien.
Frente a la entrada del Barrio El Magnético, Leandro Reyes estaba sentado en su coche, observando en el espejo retrovisor cémo el Range Rover desaparecia tragado por el trafico. Su rostro, que rara vez se ensombrecia, mostraba una sombra de preocupacion.
Saco su celular y marco el numero de su asistente personal. — Como va la compra de la casa en Barrio El Magnético?— pregunto. Queria mudar a Evrie lo antes posible, no podia permitir que siguiera viviendo en el mismo piso que Farel.
—Sr. Reyes, hubo un contratiempo. Las casas disponibles mas recientes en Barrio El Magnético han sido adquiridas por la familia Haro, no quedo ninguna disponible. Usaron un canal de aprobacion interna y no pudimos competir con ellos.—
—gLa familia Haro del Dr. Farel?— —Si, hablo del mas alto rango de ellos.— El asistente hablaba con cautela, pero Leandro entendia.
Desde siempre, los asuntos comerciales no podian competir con los asuntos politicos. Simplemente no tenian oportunidad. Recordando el comportamiento reciente de Farel, la mirada de Leandro se oscurecié atin mas.
—Deja eso, adelantemos el proyecto de Brasil, cuanto antes, mejor— ordend. —Entendido.— El asistente respondi6 con respeto.
—Por cierto, Sr. Reyes, hay escasez de dvulos para los clientes, necesitamos una entrega de alta inteligencia y calidad. Nos falta un lote. —El asistente continud con otro punto de trabajo.
Leandro, con un gesto frio, respondio: —Esta bien. En la universidad, busca a algunas chicas con pocos recursos econémicos para que nos ayuden.—
—Como diga.— —Ademas, este asunto es delicado para nosotros, déjaselo a Zeus. — —Recibido.—
Después de colgar, Leandro guardé su teléfono y cualquier rastro de sombra en sus ojos se disip6 instantaneamente, retomando una expresion amable y relajada.
Piso el acelerador y el coche abandon rapidamente el vecindario.copy right hot novel pub
El tiempo paso volando una vez mas, una semana habia pasado en un abrir y cerrar de ojos. La salud de Evrie habia mejorado considerablemente, incluso la herida casi habia sanado por completo.
Por suerte, debido a su condicion fisica, no habia cocinado para Farel en los ultimos dias, sino que él habia estado trayendo comida al apartamento para compartir.
Los platos eran variados, con carne, verduras y caldos nutritivos que parecian muy saludables. Evrie comia con gusto, sintiendo que su rostro se habia redondeado por la buena comida.
Pensaba que, aunque este hombre era un poco brusco en la cama y algo dominante, en otros aspectos era bastante bueno. Por ejemplo, cuando se trataba de gastar dinero, era un generoso patrocinador.
Esa era la opinion de Evrie sobre él.
Pero incluso asi, eso no conmovia su coraz6n.
Ella no queria un patron, sino una fuente constante de recursos que garantizara su supervivencia, algo en lo que solo podia confiar ella misma, nadie mas.
uzz, buzz—
El celular vibro en el escritorio, devolviendo a Evrie a la realidad.
Dejo su libro de arquitectura y miré la pantalla: era Pablo. Sin pensarlo, contestd. —Hola, papa.—
La pierna de Pablo ya casi habia sanado, excepto por algunas dificultades al caminar, que requerian el uso de muletas para hacer ejercicios, pero ya podia ponerse de pie.Content is © by NôvelDrama.Org.
Para ahorrar dinero, insistid en dejar el hospital y todos los dias practicaba caminar con su muleta en el patio. Aprovechando que no habia nadie en casa, se habia escapado al patio para llamar a Evrie en secreto.
—Evi, tu hermano se va a casar, gvolveras?—
Evrie se sorprendi6, no esperaba que organizaran la boda de Oscar tan rapido.
Habia pasado menos de un mes desde que todo se habia arreglado, pero ya tenian fecha para la boda. Parecia que esos quinientos mil habian hecho un gran efecto; no era de extrafiar que estuvieran tan ansiosos por casarla.
Evrie fruncié los labios y pregunté: —¢Te pidieron ellos que me lo dijeras?—. Era obvio a quién se referia con “ellos”: Marcela y Oscar.
Evrie apreté los dedos y su corazon latia fuertemente. Le tomo bastante tiempo forzar una sonrisa tensa.
—No hace falta, ultimamente estoy muy ocupada, tengo que concentrarme en el trabajo.— Ella sabia perfectamente que aquella casa nunca habia sido suya. Nunca lo fue en el pasado y mucho menos lo seria en el futuro.
Era como una hoja flotante en el agua, sin rumbo fijo. Ser una hierba silvestre sin raices tampoco estaba tan mal.
Pablo suspiré en el otro extremo, pero no habia nada que pudiera hacer. Solo podia seguirle el juego—Esta bien, cuidate alla afuera, come bien y no te sobrecargues de trabajo.
El seguia dando instrucciones, y Evrie solo respondia con monosilabos—Hmm, hmm—. Hasta que en la lejania escucho la voz tenue de Marcela, y Pablo finalmente colgo el teléfono con lentitud. Los comentarios de felicitaciones no tardaron en aparecer, uno tras otro.
Evrie abrié las imagenes, mirandolas una por una.
Todo ese dinero fue intercambiado por su cooperacion con Farel, una y otra vez.
Mientras ellos se embarcaban alegremente en una nueva vida, su propia vida ya habia caido en un abismo. Qué ironia tan grande.
Con una sonrisa amarga, apago su teléfono y dejé que sus pensamientos volaran sin rumbo.
Todavia recordaba aquellos dias en que el pueblo era tan pobre y hambriento que muchas familias enviaban a sus hijas a cambiar por dinero, mientras los hijos varones se quedaban para continuar el linaje.
Ahora, pasados mas de diez afios, los hombres de los alrededores empezaban a ser demasiados y el valor de las mujeres subia.
Pero por mas que el valor subiera, no dejaban de ser carne en el mostrador.
Hablar mas de eso solo era afiadir ironia a la ironia.
Sacudiendo la cabeza, intento despejar esos pensamientos desordenados y se levant6 para ir al bafio a ducharse. Por haber pasado tanto tiempo sin poder ducharse a gusto, Evrie se tomé mas tiempo del habitual.
De repente, el flujo de agua sobre su cabeza empezo a fallar, deteniéndose por completo después de unos instantes.
Con la cabeza atin cubierta de espuma y sin poder enjuagarse, Evrie manipuld los grifos sin éxito, dandose cuenta de que probablemente era un problema con la tuberia y la presion del agua no era suficiente.
Pronto se hizo evidente que no habia agua en ningun grifo del apartamento. Con la piel pegajosa y el cabello a medio lavar, se sintid totalmente desanimada.
Sin saber qué mas hacer, se seco lo mejor que pudo, se vistid de manera apresurada y salié a buscar ayuda, con el cabello aun humedo y desordenado.
Llego a la puerta de Farel y la golped.
No pas6 mucho tiempo antes de que él abriera, también envuelto en una bata blanca y secandose el cabello con una toalla. Parecia que acababa de ducharse.
Evrie trago saliva y pregunto:
—Oye, gtendras agua? Es que en mi apartamento se rompid una tuberia y se corté de repente. gTe importaria si me doy una ducha aqui?—