Capítulo 510
Capítulo 510
En la oscuridad, Evrie no podia ver su rostro, pero podia sentir su presencia Unica, profunda y familiar. Su cabeza descansaba sobre su pecho, escuchando el latido de su coraz6n, firme y fuerte. Evrie contuvo la respiraci6n, sin atreverse a hacer el menor tuido.
Los pasos se acercaban por fuera, y su corazon se elevo hasta la garganta. De repente, sintio unos dedos calientes sobre su pulso.
El coraz6n de Evrie salt de un latido y ella levantd la vista instintivamente, aunque no podia ver nada en la oscuridad. —Estas muy nerviosa. —Su voz grave resoné junto a su oido. — Tu corazon late demasiado rapido. —
Al sentir su aliento, el corazon de Evrie latia atin mas rapido.
Apesar de anoche haberle dicho claramente que no estaba equivocado.
A pesar de jurar que no estarian juntos, que preferia olvidarla.
Hoy, el que la defendio en el trabajo fue él.
El que maniobro por ella en la cena también fue él. Y ahora, el que la estaba ocultando de sus perseguidores, seguia siendo él. Era un enredo del que no podia escapar.
Evrie se sentia frustrada y un poco enojada.
Intento retirar su mano, pero él la sujet6 atin mas fuerte.
Su agarre firme envolvia su mufieca, transmitiéndole un calor constante, pesado y profundo, como si pudiera calmar el corazon ansioso de Evrie.
Ella apreté los labios y dejé de moverse. Los pasos desordenados afuera no eran nada comparados con el caos en su corazon.
Minutos después, cuando los sonidos exteriores se desvanecieron y todo volvid a la calma, Evrie se movid ligeramente y retiré su mano.
Farel se quedo con la mano vacia, sintiendo una momentanea pérdida.copy right hot novel pub
—Quédate aqui, no te muevas. —
Le dijo y se dio vuelta para abrir la puerta, desapareciendo en el cuarto de almacenamiento.
Evrie permanecio inmovil, sintiendo su respiracion estancada, su mufieca todavia estaba caliente y hormigueante. Levanto la mano y la toc, su corazon estaba Ileno de emociones complejas.
Fuera, Farel acababa de girar por un pasillo cuando dos hombres vestidos de negro se lanzaron sobre él, entablando una lucha. Después de unos movimientos, tumb6 a uno, y con un golpe certero lo dejo inconsciente.
El otro asaltante sacé un cuchillo afilado y se abalanz6 agilmente sobre Farel.
— jBang! —
Un sonido reson6 en la oscuridad.
El cuchillo se detuvo en el aire y su portador cayo al suelo, estaba desmayado.
Detras, Evrie agarraba un palo de escoba, respirando con dificultad.
Farel estaba desconcertado por su aparicién repentina.
Sacé su teléfono y activo la linterna para inspeccionar el lugar donde habia golpeado al hombre.
Lo golpeé en la parte trasera de la cabeza, habia acertado en un punto vital.
Su precision era excelente, una técnica que él le habia ensefiado a Evrie.
Apesar de ello, fruncié el cefio, su tono de voz revelaba una preocupacion que no podia ocultar.
—éNo te dije que te quedaras quieta? —
Evrie respiré aliviada y dejo la escoba, diciéndole tranquilamente:
—No siempre soy una carga para ti. —
Farel se quedo sin palabras.
En ese momento, Joan lleg6 corriendo con varios hombres y se detuvo al ver la escena.
—Sr. Haro, gya lo has resuelto todo? —
Farel sefialé a los dos hombres inconscientes en el suelo.
—Revistalos y averigua quiénes son. —This belongs to NôvelDrama.Org.
Joan hizo una sefial y sus hombres comenzaron a buscar en sus cuerpos, encontrando un pequefio chip en uno de ellos.
—dJefe, es un rastreador.
Joan hablo con gravedad.
—Revisa la lista de todo el personal y los registros de los visitantes del hotel hoy. — a=
Joan sacé su teléfono para hacer una llamada.
—Es Irene. —
Evrie hablo de repente.
Todos la miraron y ella le explicd con calma:
—Hoy Yolia e Irene estuvieron aqui, y escuché que esos hombres planeaban matarte, continuando lo de hace cuatro afios. — El incidente mas grande de hace cuatro afios fue el secuestro de Irene, que presioné con éxito a Farel.
Si no hubiera sido por el bebé en su vientre que recibid la bala en su lugar, Farel habria muerto sin duda.
Ahora querian repetir la historia, atacando a las personas cercanas a Farel.
La expresion de Farel se oscurecié instantaneamente, y con un tono frio le ordend a Joan:
—Continua investigando y llama a Emanuel otra vez, dile que es imprescindible que no pierda de vista a Irene. —
—De acuerdo. —
El pasillo quedo vacio, el peligro habia pasado.
Evrie finalmente respiré aliviada.
—Te llevaré a casa. —
Farel tom6 las llaves del coche que Joan le paso, queriendo llevarla lejos de aquel lugar de problemas.
Sentia como si hubiera levantado una piedra solo para dejarla caer sobre su propio pie.
Evrie se gird para irse y justo cuando lleg6 al umbral iluminado, se detuvo y, mirandolo de reojo, le dijo con indiferencia: —Farel, ya no te guardo rencor. —
—Enfréntate bien a Marin. —
El corazon de Farel se entrelaz6 entre el frio y el calor en un instante, era incapaz de describir lo que sentia.
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