Capítulo 815
Capítulo 815
Capítulo 815
El asistente de Cohen tosió y preguntó con un poco de miedo: “Sr. Olson, Sr. Santander del Grupo
Santander lo invita a boxear. ¿Le gustaría ir?“.
¿Boxeo?
¿Qué quiere hacer el Sr. Santander? ¿Tener una pelea?
Fernando es alto y fuerte.
¡Y el Sr. Olson es demasiado delgado para eso!
No tiene ninguna posibilidad, ¿verdad?>
“¿Por qué no? No rechazaría una invitación del Sr. Santander“, dijo Cohen. NôvelDrama.Org owns all content.
¿Me está invitando a boxear?
Me gustaría ver qué quiere hacer.>
“¿Está seguro?” El asistente estaba un poco sorprendido.
Después de todo, Cohen no parecía poder igualar el poder de Fernando.
“Estoy seguro. Acepte la invitación de inmediato, por favor“.
No hay nada de qué preocuparse.>
Sabiendo que no podía persuadir a Cohen, el asistente se fue para responder a la invitación.
Raymond dejó su taza de café y miró a Cohen. “Estás enojado. Sabes lo que quiere hacer Fernando.
¿Por qué aceptarias ir?”
“¿O qué? ¿Debería enterrar mi cabeza como un avestruz?”
Raymond no sabía cómo refutar. Sacudió la cabeza y dijo: “Cohen, no te metas con Fernando. Nadie
puede permitirse el lujo de ofenderlo“.
“Ni siquiera la familia Drake.
“No deberías ir“.
“Raymond, gracias por recordármelo.
“Pero debo hacerlo. De lo contrario, seguiré pensando en ello en el futuro“.
“Y eso será doloroso“.
“Qué tipo tan persistente eres“, suspiró Raymond.
“Uno tiene que ser persistente en algo en la vida, ¿no?
“Eso hace que la vida valga la pena y tenga sentido“.
Raymond sabía que no podía cambiar la opinión de Cohen.
Todo lo que podía hacer era hacer todo lo posible para proteger a Cohen del Grupo Santander.
Esa noche, Fernando volvió a casa de la empresa.
En el momento en que entró en el dormitorio, Sabrina sostenía a Sherry en sus brazos y la llevaba a la
cama.
Este momento relajante y reconfortante aclaró el cansancio de Fernando.
“Es genial estar en casa, ¿no?” el pensó.
Después de que Sherry se durmiera, Fernando caminó hacia la cama en silencio y besó los labios de
Sabrina.
“Gracias por hacer todo esto“.
“Mi placer.”
Fernando sostuvo a Sabrina en sus brazos más y más fuerte.
Después de un intenso beso, Fernando miró a Sabrina a los ojos y le preguntó:
“Hablemos de Cohen“.
Todo el romance desapareció instantáneamente.
Sabrina estaba confundida. “¿Porqué ahora?”