Capítulo 104
Capítulo 104
Capítulo104
-¿Estás loco? ¿No tienes idea de lo que significa estar en tendencia? ¿No sientes vergüenza y te
enorgulleces de ello? -Ema la reprendió en voz alta.
Leona se llevó la mano a la frente, llena de furia. Por supuesto que no era tan tonta como su madre C0pyright © 2024 Nôv)(elDrama.Org.
pensaba. Simplemente, estar en la tendencia con Irene la distrajo por un momento.
-Entonces, ¿qué debemos hacer ahora? Esta situación negativa ya me afectaba, pero ahora con la
noticia de Irene salvando a aquella chica, me deja completamente indefensa. ¿Debo permitir que
esa puta me insulte así?
-He explicado esta situación a tu padre, él ha dejado claro que no debes hacer ninguna aparición
pública ni disculparte de ninguna manera.
Dijo Ema en voz baja. -Además, Sebastián definitivamente se encargará de resolver este problema
para tí. Él no permitirá que los intereses de la empresa se vean perjudicados. Así que, mantente
tranquila y no hagas niguna acción por tu cuenta, causando problemas, ¿entendida? 4
Leona se sintió un poco reconfortada con la consolación de su madre, colgó el teléfono y continuó
paseando con las dos amigas con las que había quedado en el hotel, en su propia boutique.
En ese momento, frente a la tienda de lujo EV.
Un lujoso Rolls–Royce se detuvo lentamente frente a la puerta.
Clara, vestida con un elegante traje azul, bajó del auto y entró a la boutique, seguida de cerca por
Aarón.
Apenas hizo su aparición, atrajo todas las miradas de los empleados de la tienda. Era tan hermosa
y elegante. 1
-¡Hola, señorita! ¿En qué puedo ayudarle? -Una camarera se la acercó con los ojos brillando,
ignorando por completo al apuesto secretario a su espalda.
-Haz que Leona, tu jefa, venga aquí. Aparte de ella, no necesito que nadie me atienda. -Clara fue
directa al grano, sin rodeos.
-Ah… esto…
-Sé que ella está arriba, si nos haces esperar por mucho tiempo, seguramente se arrepentirá.
-¿Cuál es su apellido?
La sonrisa en los labios de Clara se volvió aún más encantadora, incluso coqueta. “Mi apellido es
Isabel“.
La camarera no se atrevió a demorarse y subió corriendo para buscar a Leona.
Cuando Leona escuchó que una hermosa mujer de apellido Isabel la buscaba, se quedó
sorprendida por un momento y luego se sonrojó de vergüenza. Quiso lanzar algo para desahogarse,
pero recordó que los productos de la tienda eran caros y no sabía qué hacer. En ese momento, una
de sus amigas habló.
-Leona, apuesto a que fue esa mujer despreciable la que hizo que estuvieras en tendencia.
-¡Exacto! Ahora ella viene a buscarte, no puedes dejarla escapar fácilmente. ¡Esta es una gran
oportunidad para desquitarte!
-¡Definitivamente estaremos de tu lado para enseñarle una lección! ¡Vamos, vamos a encontrarnos
con ella!
Leona fue instigada y su enojo aumentó. Dirigiéndose con una actitud imponente, bajó las
escaleras acompañada de sus dos amigas.
-¡Irene! ¡Tú, sinvergüenza! ¿Cómo te atreves a venir a buscarme?
En ese momento, Clara, con sus largas y elegantes piernas cruzadas, era una imagen deseable,
incluso cuando las piernas se escondían detrás de los impecables pantalones sin ninguna arruga.
Sostenía una taza de té de alta calidad mientras disfrutaba despreocupadamente de su té inglés.
Era como si estuviera en su propia casa.
-Señorita Hernández, ¿es este el tipo de bienvenida que brinda a sus clientes? ¿Le habla así con
palabras ofensivas? ¿No teme arruinar su reputación?
-¿Quién demonios eres tú? ¡No eres más que una mujer que quiere seducir a mi hermano menor y
quedarse con la fortuna de la familia Hernández! Leona señaló con un dedo engalanado con una
costosa uña de cristal directamente a la cara de Irene.
En ese momento, no había nadie en la tienda excepto los empleados.
Todos se miraron unos a otros, sorprendidos.
¿No podía ser? Esta señorita definitivamente tenía la actitud de una heredera de una familia.
como Leona la había descrito?
-Está bien, te diré la verdad. Es cierto que no vine a comprar nada, después de todo, los productos
en tu tienda no cumplen con mis estándares. -Clara dijo con calma y una sonrisa en su rostro. 1
Esta mujer superficial y estúpida frente a ella no tenía valor para hacerla enojar en absoluto.
Leona estaba lista para responder, pero luego notó el caro broche “Crepúsculo de los Dioses” en el
pecho de Clara, y de repente su arrogancia se desvaneció.
-Mi propósito de venir aquí es simple.
Clara dejó su taza de té, sin siquiera levantar la mirada.- Te pido que organices una conferencia de
prensa y te disculpes a la empleada de mi hotel que fue insultada y que terminó en el hospital
debido a ti.