Capítulo 1
Capítulo 1
Capítulo 1
―¿Estás segura de lo que vas a hacer? ―preguntó su amiga Rania mirándola a través del reflejo del espejo de su tocador donde Jelena se maquillaba de manera meticulosa. Copyright by Nôv/elDrama.Org.
―Sí, estoy muy segura de que esto es lo que quiero que hacer. Papá y Mikhail solo recibirán lo que se merecen ―respondió la joven con el ceño fruncido mientras examinaba su maquillaje.
―Mikhail te odiará por engañarlo, ¿lo sabes? ―insistió su amiga
―Es probable, pero no me importa, es más te digo que me tiene sin cuidado lo que Mikhail sienta.
―Jelena, hemos sido compañeras de aventuras desde que éramos unas chiquillas, y esta es la primera vez que te veo hacer algo tan arriesgado. Siempre has sido la más prudente de las dos, la más centrada, por lo que sé que, si tu plan me pone nerviosa a mí, que soy la osada, es porque es malo… no quiero verte lastimada de nuevo, eres mi mejor amiga y te quiero ―dijo Rania a su espalda.
Jelena se giró para mirar a Rania y sus hermosos ojos dorados se suavizaron al instante, quería a su amiga como una hermana y sabía que era correspondida.
―Yo también te quiero, Rania ―su mirada adquirió determinación mientras hablaba―. Mira, no creo que me odie. Según mi hermana, Katerina, mi prometido es todo un caballero con un instinto protector muy desarrollado, él cuidará de mí después de que todo explote.
―Entonces, ¿por qué no lo hablas con él? Podría acceder a casarse si le cuentas la amenaza de tu padre.
―Porque no quiero. No permitiré que la gente piense que Mikhail casa conmigo por lástima, no soy una m*****a víctima de mi padre. Me cabrea el chantaje de Iván porque se metió con lo más sagrado que hay en mi vida, mí hermanito, y eso nunca se lo perdonaré. Me casaré con Mikhail y obedeceré su mandato, pero esto lo voy a hacer a mi manera, con todo el escándalo que pueda provocar. Mi padre vive de las apariencias y después de esto estoy segura de que se avergonzará de mí. Por otra parte, también deseo darle su merecido al cabrón de mi novio, él entenderá por las buenas o por las malas que no puede ponerme los cuernos y salir indemne. Todos estos años me ha paseado por las narices a sus amantes, pues que se joda. Mikhail es tan culpable como mi padre, si él no hubiese intentado romper nuestro compromiso nada de esto ocurriría. ¡Por Dios! Solo tenía que permanecer tranquilo dos años más. ¿Era mucho pedir?
―No puedes culparlo por pensar que no quieres casarte con él, hace mucho tiempo que lo ignoras, no respondes sus mensajes y has evitado verlo en cada oportunidad que se ha presentado.
Jelena puso cara de fastidio.
―No quería hablar con él, así de simple, me enfurece, me deprime y hace mucho que decidí que primero está mi paz mental. Además, su comportamiento no ha sido la de un hombre comprometido
―No puedes culparlo por satisfacerse por ahí. Tú eras una niña cuando los comprometieron. ¿Aspirabas el celibato de un hombre joven?
―No aspiraba que fuera célibe, solo que fuera discreto.
―Sabes cómo es la prensa amarilla, todo lo exagera para vender
―Lo sé y este escándalo venderá mucho.
―Vamos, Jelena, sabes que Mikhail es un hombre guapo y rico y la prensa con tal de vender escribe lo que sea…
―Rania, cuando el rio suena es porque piedras trae.
Rania se quedó pensando qué argumento usar para que su amiga desistiera de lo que iba a hacer.
―Aunque solo se han visto en pocas ocasiones desde que se comprometieron hace siete años. ¿No crees que te reconocerá?
―No, no me reconocerá, el solo verá a Katia, recuerda que hace tres años que no nos vemos y en ese momento yo pesaba veinticinco kilos más. Lo único que podría reconocer es el color de mis ojos y para eso usaré las lentes de contacto. Ahora mis ojos son oscuros, Mikhail solo recuerda a una adolescente regordeta y fea con el cutis lleno de granos y los ojos amarillos.
―Jelena, recapacita. ¿Crees que es la mejor forma de comenzar tu matrimonio con Mikhail? ¿Engañándolo? ―Rania continuó en su intento de disuadirla.
―¿Me lo dice la chica que hizo que le reconstruyera el himen para engañar a su marido en la noche de bodas? ―preguntó Jelena levantando una ceja.
―Quizás no tenga la moral para aconsejarte, de verdad si pudiera volver el tiempo atrás no actuaría como lo hice. Fui una loca al acostarme con Simón en el primer año de la universidad, pero estaba muy enamorada y dispuesta a dejar a mi familia por él. Si hubiese sabido que el muy malnacido solo
quería experimentar con una chica hindú sin experiencia no lo habría hecho, te lo aseguro. Accedí a casarme con Nimai, es un buen hombre y me gusta, además, ahora entiendo que necesito a mi familia. Si no me caso los perderé, y debo ser pura para poder casarme. No quiero que cometas un error, estas actuando así porque estas furiosa y la rabia es mala consejera.
―Sí, lo estoy y no solo con mi padre si no también con Mikhail.
―Jelena. ¿Crees que él te perdonará el engaño?
―No me importa si no lo hace, sólo me interesa casarme para que papá no se lleve a Karlen. Después de que mi hermano cumpla la mayoría de edad me divorciaré, no amo a Mikhail.
―¿Estás segura de que no sientes nada por él? ¿Y qué me dices de la caja del tamaño de una lavadora llena de recortes de tu prometido? ¿Acaso no eres la misma chica que se dejó besar por un desconocido estando ebria, la vez que salió una foto comprometedora de él con otra mujer en la prensa amarilla? ―preguntó Rania con ironía.
―Eso está superado, ya Gema no compra esa porquería de revistas. ―Fue la respuesta de Jelena mientras se colocaba las lentes de contacto.
―Eso fue hace menos de un año. Cada vez que sale una foto de Mikhail con otra mujer tú haces una locura; y no necesitas a Gema para eso, tú solita la compras. ¿O crees que no he descubierto tu nueva colección oculta bajo la cama?
―Eso no significa nada, Rania, solo eran pruebas de lo que Mikhail es, me aseguraba de tener evidencia que mostrarle a mi padre para que entendiera por qué no podía casarme con él.
―Sí, claro ―respondió su amiga con evidente sarcasmo.
― ¿Contactaste con tu amiga paparazzi para que nos fotografiara? ―preguntó Jelena para desviar el tema.
―Sí, sabe que es a Mikhail a quien seguirá, pero no sabe que eres tú la mujer que estará con él.
―Bien. ¿Le dijiste que esperara mi salida de su apartamento?
―Sí, ya lo sabe y todo está listo. Sólo recuerda pasarme un mensaje con la dirección para dárselo a ella por si acaso los pierde.
―No te preocupes, te enviaré mi ubicación cuando Mikhail me lleve a su escondite secreto.
Se dio una última mirada en el espejo, levantó la barbilla y sonrió.
Estaba vestida para seducir, cualquier hombre pensaría que era un premio, de hecho, Mikhail lo creería hasta el momento en que descubriera quien era ella.
Entonces entendería que era su venganza.