Enamorándome de mi esposa provisoria

Capítulo 49



Capítulo 49

Capítulo 49

Kathleen estaba dibujando en su casa cuando volvió a recibir en su teléfono otra notificación de solicitud de ese numero desconocido. Quienquiera que fuera también le había enviado un video

Era un video que mostraba a Samuel yendo a la residencia Yoeger con Nicolette. En el video, ella aparecia muy arreglada mientras le agarraba el brazo, con una amplia sonrisa de satisfacción.

Como el estaba alli para respaldarla, nadie de la familia Yoeger se atrevió a arremeter contra ella.

Después de que Frances cortara la tarta, se vio a Samuel dándole el postre en la boca. La pareja parecia extremadamente dulce y muy enamorada.

Le dolio el corazón al verlo. De hecho, la forma más perfecta de quitarle la vida a alguien era rompiéndole el corazon.

Samuel se había negado a que la acompañara, asi que Nicolette la provocó con el video.

«Que pareja tan desvergonzada!» Su rostro palideció mientras se preguntaba cuando dejaria de dolerle el corazon. «¿Dejará de doler cuando ya no ame? ¿Duele tanto porque sigo amando a Samuel?>>

Era imposible dejar de amar al hombre al que había entregado todo su corazón y su alma durante la última década.

En ese momento, sono su teléfono. Echó un vistazo y vio que era Quinn.

-¿Sria. Williams?-se sorprendió.

-Ven a que te revisen -fue directo al grano. Kathleen hizo una pausa antes de responder:

-Sra. Williams, yo…

-No me importan tus planes. Es mi deber como médico asegurarme de que la madre y el niño estén a salvo mientras estés embarazada. Ven rápido -añadió-: Te cubriré.

-De acuerdo. – Kathleen no se atrevió a negarse. Después de poner orden, se fue al hospital.

Quinn habia hecho arreglos para que nadie supiera que ella iba a las revisiones de maternidad. Tras el chequeo, se aferró a los resultados mientras su rostro palidecia y sus manos temblaban.

–No me asuste, Sra. Williams. ¿He contraido alguna enfermedad incurable? – Kathleen estaba ansiosa.

Zas! Quinn golpeó la hoja de resultados sobre la mesa.

-¿Sabes que sufres de desnutrición? ¡Estás embarazada de un bebé! ¡Como te atreves a estar desnutrida?

Kathleen era como una niña regañada por sus padres

-Sra. Williams, siempre tengo mis comidas a tiempo. Le juro que no me salto ninguna comida

-¿Qué tal tu estado de ánimo? -Quinn la miro. Siyo viendo a Samuel en compania de una mujer llamada Nicolette Yoeger.

Quin era médico en ese hospital. Por lo tanto, era fácil para ella conocer la identidad de cualquier persona que fuera. Kathleen fruncio los labios.

-Sra. Williams, todo terminará pronto.

-;Vas a tolerarlo micntras tanto? -Quinn se sorprendió.

-No, pero Samuel y yo hemos discutido y acordado darle un mes para resolver el asunto. Si estoy satisfecha con su manera de manejarlo, no nos divorciaremos. Si no lo estoy, nos divorciaremos- Kathleen guardó silencio durante un rato-: Sin embargo, creo que ya no hay mucho que considerar.

Claro, estaba descontenta con la forma en que Samuel estaba tratando el asunto. Tras una breve pausa, Quinn dijo:

-Es mejor acabar pronto con esto. Estás embarazada y un asunto asi afectará a tu estado de ánimo. No es bueno para ti ni para el bebé.

-Si, lo sé -asintió.

Quinn la miro:

-Kate, estas embarazada de gemelos.

-¿Que? -Kathleen se quedó atónita.

-Gemelos -repitió.

Era la razón principal por la que habia insistido en que fuera a hacerse un chequeo, para que pudiera obtener una confirmación.

-Si te divorcias, será difícil criar a un solo hijo. ¿Has pensado alguna vez en lo que vas a hacer si son dos? – estaba preocupada.

-Puedo hacerlo – Kathleen se acarició el vientre-: Si puedo. No importa cuántos niños haya, los voy a tener a todos.

No podia soportar acabar con sus vidas, ya que eran de su propia sangre. Quinn soltó un suspiro e instruyó con severidad:

-Debes comer mas. ¿Me oyes?

-Si, he oldo – Kathleen parpadeó y no se atrevió a hacer oidos sordos a la instrucción de la doctora.

-Sé que te resulta dificil intentar ocultarselo a la familia Macari. Siempre le han adorado, pero si no saben que estás embarazada, no sabrán cómo cuidarte -Quinn sacó un termo-: He hecho esto para ti. Bebetelo.

Kathleen se sorprendió:

-Sra. Williams, usted…

ven a mi casa dos veces por semana. Cocinare para ti -Quinn se quedo mirando la afilada barbilla de Kathleen-: Estás desnutrida y eso afectará al crecimiento de los letos.

-Si, de acuerdo asintió. Con unos cuantos tragos, terminó la sopa que había preparado para ella.

– Esa es una buena chica. -Una calida sonrisa apareció en el rostro de Quinn.

Kathleen la miró con obediencia.

-¿Puedo irme ya?

-Vete. Sal de mi vista-le espeto Quinn mientras agitaba la mano.

Kathleen salió del despacho y subió a visitar a Benjamin, que seguia inconsciente.

Estaba preocupada porque aún no se había encontrado a la persona que lo había herido. Sabía que no saldria nada de la investigación, ya que lo más probable es que Samuel formara parte de ella.

Incluso si el descubriera que era Nicolette la que estaba detrás de todo eso, no haria nada. Haria que sus hombres eliminaran las pruebas y aseguraran la inocencia de Nicolette.

«Todo esto sucedió porque fui demasiado débil. Si fuera más capaz, no sería tan pusilanime y estaria a merced de los demás», se regano. En ese momento, sono su teléfono.

-¿Hola? ¿Abuela? –respondió de inmediato.

-Katie. ¿qué estás haciendo?-la suave voz de Cynthia Graves sonó a través del teléfono.

– Nada. ¿Qué pasa, abuela? – Kathleen se dio la vuelta y se dirigió al ascensor.

Cynthia se rió:

– Hace dias que no te veo. ¿Quieres venir a mi casa?

-De acuerdo -aceptó.

– Hare tus ravioles favoritos. -Cynthia siempre la había adorado.

-¡Si! – Kathleen estaba euforica-. Voy a ir ahora. -Con eso, colgó la llamada y entro en el ascensor.

Al llegar al primer piso, salió y se encontró con Samuel. Tenia unas bolsas en la mano v supo que eran pa Nicolette.

Le ignoro, queriendo salir del hospital lo antes posible. Samuel entregó las bolsas en su mano a una enfermera cercana.

-Por favor, lleve esto a la sala número 1705-ordeno. Luego, corrió tras ella-Kathleen! -le agarró la mano –¿Por que me ignoraste?

«Cada vez es más intolerante, se percató.

-Deja de tirar de mi-Kathleen arrancó su mano de su agarre–: Todo Jadeborough sabe de tu relación con Nicolette a estas alturas, Samuel. Tus acciones causarán malentendidos y me regañaran. Ademas, no vas a dar la cara por misi me acusan de ser una amante, asi que deja de comportarte asi!

Fue entonces cuando Samuel se dio cuenta de que ella sabía lo que había pasado la noche anterior,

-Nicolette acaba de recibir su tratamiento de quimioterapia -Samuel frunció el ceño.

-¿Y que si acaba de recibir su tratamiento? – Kathleen permaneció indiferente-: ¿Significa eso que tengo que aguantar todas las humillaciones e insultos? Soy tu esposa ante la ley, pero por culpa de ella, estoy pareciendo la amante. ¿Son siquiera humanos por hacerme esto, Samuel?

El permaneció en silencio mientras la miraba. Acepto que había hecho mal.

Ai ver que no respondia, Kathleen siguió caminando hacia fuera.

-¿A dónde vas? Te llevaré -la siguió de cerca.

-No quiero decirtelo -rechazo. La cara de Kathleen, de piel clara, estaba hinchada como un hamster enfadado. Content is property of NôvelDrama.Org.

Samuel no pudo evitar ponerle un dedo en la mejilla. Era adorable.

-¡No me toques! -estaba furiosa- ¡No uses la misma mano que usaste para alimentar a Nicolette para tocarme!


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