Capítulo 170
Capítulo 170
Capítulo 170 Tras retirar las manos, Kathleen sujetó la muñeca de Vivian. Se estremeció y levantó la cabeza para mirarla por debajo de su largo yespeso equillo, Curvando sus labios rojos, arrullo -No estoy aqui para hacerte daño, Pucdes darmnc tu mano? Vivian no respondió, pero su muñeca permaneció en las manos de Kathleen, quien respiró en silencio aliviada y comenzó a comprobar el pulso de la mujer.
Sin embargo, sólo frunció más el ceno.
--Como está?--preguntó Caleb, con las manos metidas en los bolsillos.
Kathleen bajó sus manos y se levantó.
– Vamos a hablar fuera.
Caleb inclinó la cabeza.
Después de salir de la habitación, Kathleen le miró muy seria.
-Ya había estado embarazada?
Caleb asintió.
-Sin embargo, su forma de abortar el bebé fue muy extrema, por lo que su salud se vio muy afectada.
Senor Lewis, si no me dice por qué se volvió loca, no podré salvarla – declaró Kathleen, frunciendo las cejas.
Apretando los dedos. C0pyright © 2024 Nôv)(elDrama.Org.
Caleb mantuvo la compostura y explico: -Estaba embarazada, pero no quería el niño, así que se ato una cuerda alrededor del abdomen -¿Por qué nola detuviste? -jadeó horrorizada.
Después de todo, fue demasiado cruel.
- Era muy tarde cuando nos enteramos con la mirada perdida, Caleb preguntó-: ¿Tienes algún método para hacerla volver ala normalidad? - Sólo podremos curarla una vez que apuntemos al origen de su enfermedad.
Aunque he aprendido la técnica secreta del abuelo, tiene una desventaja -respondió con solemnidad.
-Qué es? -- Acorta la vida de una persona a la mitad.
Caleb se quedó callado.
– No hay otra manera? – preguntó, mirándola.
Kathleen negó con la cabeza.
--A menos que averiguemos por qué se volvió loca y la tratemos poco a poco despues.
Tras un momento de contemplación, Caleb sugirió: -Y si la tratas tú primero? -No es imposible, pero…
Kathleen aún queria recordarsclo, pero el intervino-: Damie la reccta.
Tras una ligera pausa, dijo:
-Sr.
Lewis, el mayor problema es su psique.
No basta con tratarla con medicamentos.
Caleb no respondió.
-Y no puedes encadenarla -añadió Kathleen con el ceño fruncido.
Con una mirada de desagrado, Caleb replicó: -Esto no es asunto tuyo.
Las palabras se atascaron en la garganta de Kathleen.
-Sra.
Johnson, deje de ser tan comprensiva.
Hay cosas que no entiende.
Además, esto es solo un trato entre nosotros.
No tiene derecho a inmiscuirse en mis asuntos -añadió Caleb en tono de reproche.
Ella frunció el ceño al escuchar sus palabras.
-Si no fuera para encontrar la medicina de Samuel.
va me habria ido.
Y como se lo he prometido a Caleb, tengo que cumplir mi palabra.
En efecto, mcllentele simpatia cuando vi a Vivian.
Se que mi entromerimiento es ni debilidad fatal, pero quiero aludarla, viendola en tal estado.
Sin embargo, Caleb también tiene razon.
Esto es solo un tratto entre nosotros, analizo.
-De acuerdo.
No me entrometere.
pero tengo una peticion -anuncio Kathleen, mirandolo tranquila -¿Qué es? – frunció el ceño.
---Permitame visitarla cuando quiera para poder entender su estado -dijo con firmeza, -De acuerdo.
-Caleb asintió.
Kathleen suspiro de alivio.
Pero dirigiendole una mirada inescrutable, Caleb añadió: -Ya he pedido a alguien que prepare las cosas que quieres.
Puedes llevärtelas.
-Gracias -respondió en voz baja.
No esperaba que Caleb le diera las hierbas medicinales que deseaba de inmediato, despues de su primera revisión a Vivian.
-Te llevaré de vuelta -ofreció.
-De acuerdo.
– Kathleen inclinó la cabeza.
El silencio se cernia entre los dos mientras el la llevaba.
Aunque Kathleen estaba llena de preguntas, resistió el impulso de preguntar.
Masajeando sus sienes, se dijo a si misma que dejara de ser una entrometida.
Pronto, Caleb detuvo el coche en la entrada de la residencia de los Johnson.
-Entonces, ¿tengo que informarte de antemano si quiero visitar a Vivian? -preguntó, insegura.
Los ojos de Caleb eran oscuros y profundos, -No es necesario.
Puedes visitarla cuando quicras, siempre que no hables de su estado a los demás.
Kathleen se sorprendió al no esperar que de repente se mostrara tan tranquilo.
- Este hombre me pone muy nerviosa!-, se desesperó, Ella asintió: –Entendido.
Buenas noches.
Caleb tararcó en respuesta.
En el momento en que ella se bajó del coche llevando las hierbas que obtuvo con gran dificultad él se marchó.
Kathleen dejó escapar un largo suspiro antes de entrar en la mansión.
Charles seguía esperándola.
-Charles, ino has dormido? – preguntó despacio.
-¿Cómo voy a dormirme si aún no has vuelto? - frunciendo el ceño, preguntó: Pero, ¿por qué has vuelto tan rápido? -iCharles! -gritó con rabia.
-ija, ja! Estoy bromeando! -tras una pausa momentánea, continuo-: ¿Viste a la familia de Caleb cuandofuiste a su casa? - ¿No está su familia en el extranjero? -replicó con naturalidad.
-Ah, si? -respondio mientras asentia.
-Estoy cansada.
Iré a dormir-se dirigió hacia las escaleras.
-Claro -dijo Charles con calidez mientras ella se daba la vuelta y subia.
Cuando Kathleen se fue, encendió un cigarrillo y empezó a fumar.
-¿Están en el extranjero?-,
pensó.
Al día siguiente, ella se despertó al sonar su teléfono.
Era una llamada de Gemma.
– Kate, eres tendencia -informó con tristeza.
-No es normal que una actriz famosa como yo sea tendencia? -respondió con timidez.
-No Los paparazzi publicaron un video de ti yendo a la casa de Caleb Lewis anoche.
Kathleen se quedó boquiabierta.
-Los paparazzi lo captaron en cámara? Va a ser dificil de explicar ahora-, penso.
-Ah, y no hay que preocuparse por lo que digan los internautas -recordó Gemma Kathleen serio -¿Me llamaste por lamañana temprano para consolarmc? Avergonzada, le contesto: -Temia que te afectara.
-Estoy bien.
Ya he dejado de preocuparme por estas cosas.
¿Y qué pasa si voy a casa de Caleb en mitad de la noche? Los dos estamossolteros -declaró Kathleen con indiferencia.
-Estoy de acuerdo.
Pero, ya sabes, muchos internautas son maleducados -dijo la mujer, furiosa -.
De todos modos, tienes la libertad de amar a quien quieras.
No hay necesidad de preocuparse por ellos.
Riendo, Kathleen explico: - Caleb y yo no tenemos ese tipo de relación.
Sin embargo, no puedo decirle a los demás la razón.
Lo que sea.
Pueden pensar lo que quieran.
-Entonces, ¿no te importa lo que piensen Christopher o Samuel? – preguntó en voz baja.
-Si -asintió-: Sólo somos amigos.
Suspirando, Gemma respondió:
11L TE
– Bien.
-No puedo seguir hablando.
Voy a colgar -dijo Kathleen, preparándose para salir de la cama.
-De acuerdo -Gemma asintió.
Después de que Kathleen colgara, vio un mensaje de Caleb.
Caleb: (He aclarado el escándalo.] (Gracias.) Caleb: (Te he implicado en este lio.
Esto es lo menos que puedo hacer.] Gracias.] No hubo respuesta después de eso, así que cerró laaplicación.
Justo en ese momento, alguien le volvió a enviar un mensaje por WhatsApp.
Al hacer clic en él, se dio cuenta de que era de Samuel Pensó que la interrogaria,pero le envió un mensaje de texto: Buenos dias.] Respirando hondo, escribió también: Buenos dias.