Capítulo 37
Capítulo 37 Dalton quería romper el compromiso
Cuando Fabián escuchó las palabras “uno de nosotros”, le pareció bastante extraño. “¿Desde cuándo consideras a alguien ‘uno de nosotros’?”
“Señor. Quinnell, ahora soy como tú. Mi vida está en manos del Dr. Genius”. Dalton se sacudió la manga. “Por supuesto, tengo que hacerme amigo de ella”.
Fabián no podía saber si estaba diciendo la verdad o no.Content © NôvelDrama.Org 2024.
Dalton era difícil de entender. Aunque parecía débil y enfermizo, en el fondo era astuto.
Fabián también se preguntó si había tomado la decisión correcta al arreglar el compromiso entre su pequeña princesa y Dalton.
Para ser justos, este mocoso era bastante guapo. A todas las mujeres jóvenes de su círculo les gustaba.
No, tenía que conservarlo para su princesita. ¡No podía aceptar su intento de romper el compromiso!
“¿Entonces estás diciendo que tu enfermedad se puede curar?” Fabián resopló: “Entonces, ¿por qué estás aquí hablando de cancelar el compromiso?”
Dalton frunció el ceño. —Señor Quinnell, mantengamos los asuntos separados.
“De todos modos no estaré de acuerdo.”
A Fabián no le importó lo que dijo. “Si realmente quieres cancelarlo, espera hasta que regrese mi princesita. ¡Díselo en la cara!”
Dalton comprendió lo que quería decir y supo que había margen para la negociación. “Haré que The Shadows y Ryan Lloyd continúen la búsqueda”.
“Eso está mejor.”
Que se cancelara un compromiso no era algo de lo que enorgullecerse. Pero Fabián lo tomó con calma y desvió su mirada hacia Wynter. “Lo siento, Dr. Genio. Por favor, no te preocupes”.
Wynter negó con la cabeza y trajo su botiquín de primeros auxilios. “¿Comenzamos con el tratamiento de hoy?”
Al ver esto, Fabián quedó aún más impresionado con este genio médico anónimo. De hecho, tal como decía su gente, esta joven era extraordinaria.
Desde el momento en que entró, sus ojos mostraron resistencia. Sin importar lo que dijeran o cuánta información crucial se revelara, su mirada nunca vaciló.
Capítulo 37 Dalton quería romper el compromiso
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Era como si su único propósito hoy fuera tratarlos, sin importar su estado.
Fabián llevaba muchos años en el negocio. Había conocido a todo tipo de personas y admiraba a quienes sabían exactamente lo que tenían que hacer y lo hacían.
Esta jovencita tenía una perspectiva amplia a tan temprana edad. Aunque no fuera la salvadora de la familia Quinnell, su futuro era indudablemente prometedor.
“¿Qué comiste esta mañana? ¿Y qué medicamentos tomaste? Necesito saber tu dieta y tus prescripciones antes de proceder con la acupuntura”, dijo Wynter con profesionalidad.
Fabián no podía recordar detalles tan triviales, por lo que llamó al Dr. López del hospital.
El Dr. López estaba ansioso por aprovechar esta oportunidad y lo hizo rápidamente.
Después de comprobar los registros, Wynter comenzó la acupuntura. Sus manos parecían medir con precisión cada articulación y punto de acupuntura del cuerpo.
Al principio, Fabián no le prestó mucha atención, pero cuando la aguja plateada tocó su piel, una sensación fresca fluyó de abajo hacia arriba, refrescándolo y despejándole la mente.
La pesada carga que había sentido durante los últimos días pareció aliviarse. Su pecho se sintió más liviano y el dolor sordo que había estado sintiendo desapareció milagrosamente.
Fabián miró hacia arriba
¡de asombro!
¡Pero vio a Dalton a su lado, pareciendo como si estuviera acostumbrado a esto!
El doctor López, que había venido a ayudar, tenía los ojos muy abiertos. Miró a Wynter como si fuera un sujeto de investigación vivo.
¿Que esta pasando?
Wynter hizo girar la aguja y dijo: “Sr. Quinnell, deberías cuidarte. Reduzca el consumo de cigarrillos y coma más verduras”.
Fabián asintió y no pudo evitar preguntar: “Doctor Genio, ¿dónde puso esa aguja? ¿Cómo es que siento que toda mi enfermedad desapareció con un solo pinchazo?”
Capítulo 38 ¿El Dr. Genio era pobre?