El enigmatico regreso

Capítulo 319



Capitulo 319 Acuéstate , te aplicaré la medicina_ _

Neera fue tomada momentaneamente por sorpresa, se levant6é rapidamente e instintivamente retrocedié un par de pasos. “No, no hay necesidad...”

Después de todo, la lesion estaba en la zona lumbar. Esa noche, en un momento de confusién, ella se habia levantado la ropa para dejarle examinar la herida. Sin embargo, ahora que estaba completamente lticida, se sentia un poco inapropiado.

Ademas, la lesion ni siquiera fue culpa suya...

Anticipandose a sus pensamientos, Jean fruncié el cefio y hablé con firmeza: “;Por qué estas tan avergonzado? He visto cada centimetro de piel de tu espalda. Dado que esta lesionado, es importante tratarlo lo antes posible”.

Neera guard6 silencio. Qué esta diciendo ? _ Qué quiso decir con que ya la habia visto de regreso?

Su rostro se calent6, una mezcla de vergiienza e irritacion la hizo mirarlo fijamente. La fiereza intencionada en su mirada, sin darse cuenta, adquirid una cualidad coqueta. “Esta bien, fue sdlo un pequefio golpe y ya esta mucho mejor”.

Jean hizo a un lado su cortés negativa y su tono adquirié un trasfondo persistente. “Si es sdlo un hematoma, esta bien. Puede resultarle dificil aplicar el medicamento por su cuenta. Te puedo ayudar con eso. De esa manera, sanara mas rapido”.

Con eso, comenzé a acercarse a ella una vez mas.

Neera sintié que le ardian las mejillas y tropezo con las palabras en su estado de nerviosismo. “No, de verdad, no necesitas hacer eso...”

Al ver su continua resistencia y sentir cierta vulnerabilidad, la paciencia de Jean se agot6 y decidié adoptar un enfoque mas directo, retractandose de lo que ella habia dicho.

“EM. Garcia, fuiste tan inflexible en cuanto a que no importaba el género cuando dijiste eso. Ahora bien, de repente estais aplicando un doble rasero? ,O podria ser que simplemente estas fingiendo y tienes otras intenciones?

é Otras intenciones ? é Qué quiere decir con otras intenciones ?NôvelDrama.Org owns this.

La reaccion inmediata de Neera fue de incredulidad. ~No la habia acusado él de intentar aprovecharse de él hace apenas unos momentos?

Sus mejillas se sonrojaron y respondié con un toque de indignacion: “;Por supuesto que no!”

Jean puso los ojos en blanco y hablo con firmeza: “Entonces no perdamos el tiempo discutiendo sobre eso”. Su tono era decidido, no dejando lugar a mas desacuerdos.

Neera se quedo sin palabras, efectivamente acallada por su afirmacidn, y finalmente cedid.

“Bueno... gvamos a la habitacion y aplicamos el medicamento, entonces?”

Como minimo, seria mejor hacerlo en privado. La presencia de sirvientes y otros miembros del personal la hacia sentir incémoda.

Al observar la ligera angustia en el rostro de la mujer, levanto una ceja y permitid que una pequefia sonrisa adornara sus labios. Sin decir nada, se dio vuelta y subié las escaleras.

Neera lo siguié, con la energia desinflada, y vacilante lo siguié al interior de la habitacion. Bajo la indicacién tacita del hombre, ella de mala gana se levanto el dobladillo de la ropa.

Su cintura se revelé rapidamente, la piel clara y delicada, sus esbeltas curvas dejaban un toque de imaginacion a otros.

Sin embargo, Jean simplemente echo un vistazo antes de que su atencion se centrara en el hematoma que estropeaba su espalda baja.

“4Por qué no ha sanado todavia?” Su voz era baja y resonante. Mientras hablaba, extendié la mano para tocar la herida y dijo: “Aun esta hinchada”.

Neera deseo no haberse saltado la aplicacién del medicamento anoche y esta mafiana. Ahora, con su toque, se dio cuenta de que la herida habia empeorado de lo que pensaba.

Presionando suavemente contra él, murmurd: “No es una lesién 6sea grave. Podria haberme aplicado la medicina mio...”

Jean retird la mano y la miré con indiferencia.

“Necesito aplicar algo de presion en esta parte. gPuedes soportarlo?

Neera permanecié en silencio.

Dado que no podia hablar con él, pensé que bien podria aceptar lo que él sugiriera.

Jean sefiald el sofa y le dijo: “Acuéstate, te aplicaré el medicamento”.

Neera sintié que una oleada de vergiienza la invadia mientras intentaba imaginarse la situacion. Sin embargo, Jean parecia completamente imperturbable, no encontré nada malo y se volvié para buscar el botiquin de primeros auxilios.

Al ver su determinacioén, Neera comprendi6 que ir en su contra seria inutil. Tomo una decision rapida y obedientemente se recliné en el sofa.

“gEsta bien esto?”

Jean sac rapidamente un tubo de spray del kit, se lo mostré y le preguntd si era el medicamento adecuado.

Neera asintio rapidamente: “Si”.

Una vez confirmado, Jean rocié un poco del medicamento en la palma de su mano, luego lo aplicé suavemente en la parte baja de su espalda, masajeando cuidadosamente el area con presién controlada.

Una mezcla de incomodidad y una extrafia sensacion relajante la recorrié, provocando que un suave gemido involuntario escapara de sus labios.

Sorprendida por el sonido, se congeld por un momento, sus mejillas se volvieron de un tono rojo tan profundo que podria rivalizar con un

atardecer. ~Como pudo ella...? ¢Cdmo pudo ella hacer tal ruido? La vergtienza fue abrumadora. Le ardian los oidos y deseaba poder encontrar una manera de desaparecer.

en el suelo.


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