El enigmatico regreso

Capítulo 311



Capitulo 311 Unilateral : Persecuci6n unilateral Jean prest6 poca atencién a la expresion o al estado de animo de Joanna, completamente indiferente a su presencia. Mientras Wrenn descansaba, procedio a visitar a su padre en el estudio.

Frederic se habia abstenido de visitar la empresa debido a la enfermedad de Wrenn y prefirid quedarse en casa. Su bienestar pesaba mucho en su mente y se encontré incapaz de concentrarse en el trabajo durante ese tiempo.

Cuando Jean entr6 al estudio, fue recibido por la visidn de su padre, sentado detrdas de su escritorio, con una expresion contemplativa en su rostro mientras fumaba tranquilamente un cigarro.

La neblina de humo envolvié la habitacion, el olor a tabaco impregnaba cada rincon.

La frente de Jean se torcié mientras se acercaba y se sento frente a su padre. Ofrecid un recordatorio: “Mama se enojara si te pilla fumando otra vez”.

Frederic lo miré antes de llevarse el cigarro a los labios, exhalar una columna de humo y dejar caer casualmente un cigarrillo. uno sabe, gquién puede decir algo? comenta: “Entonces no dejes que se entere. Si

Enarcando una ceja, Jean pregunto: “Dejaste de fumar”.

fumando hace mucho tiempo. ¢ Por qué lo has retomado de nuevo?

Frederic dejo escapar un suspiro de resignacion: “Es por preocupacion. Cuando se trata de ustedes dos, tengo mucho de qué preocuparme. Mi cabello se ha vuelto gris por tu culpa

Jean lanzo una mirada al cabello plateado de su padre pero permanecié en silencio.

“No esta claro si su condicién mejorara. La salud de tu madre es fragil en este momento y eso me preocupa. Si algo sucediera entre ustedes dos...”

Su voz se apag6, el peso de su preocupacion era evidente. “;Qué haria entonces?”

La simpatia suavizo su expresién y Jean hablo: “Mama solo se resfrid. gEstas maldiciéndola? Ademas, mi salud esta mejorando. Neera me esta ayudando a buscar tratamiento y mi condicién rara vez ha empeorado. ¢No es eso una sefial positiva? No deberias ser tan pesimista”.

Las palabras de Frederic se atascaron en su garganta, el cigarro tembloroso casi cayd sobre su regazo. Miré enojado a Jean, su frustracion era evidente cuando exclamé : “| Yo también estoy preocupado por ti!”.

Al mismo tiempo, presiono su cigarro en el cenicero, con expresion firme mientras agregaba: “Ademas, atin no estas completamente recuperado. No encontraré la paz hasta que regreses por completo. Es una preocupacion constante para mi”.

Al reconocer la genuina ansiedad de Frederic por su salud, Jean le ofrecié tranquilidad en un tono paciente: “No te preocupes, viejo. Te sobreviviré y mama estara sana”.

Frederic se aferro silenciosamente a esa esperanza.

Sin embargo, no importa cémo lo hayas expresado, jsono bastante incémodo!

Mientras Frederic pensaba en esto, una sensacion de inquietud se apoderé de él. Poniendo los ojos en blanco, replicé: “;Vete, pequenio bribon! Si no tienes nada que hacer, no me molestes. La empresa tiene mucho que atender y le he dejado hacer lo que quiera. Por qué holgazaneas y te escabulles por la casa?

de

Manteniendo la compostura, Jean respondié: “La gente esta vigilando las cosas en la empresa. No me sentiria comoda al irme si no fuera por mama. Volveré mas tarde esta noche. Por ahora... g Te gustaria jugar al ajedrez?

El corazon de Frederic se calenté al escuchar esto.

Frederic, un devoto entusiasta del ajedrez, a menudo involucraba a la gente en juegos con él.

Su hijo menor tenia impresionantes habilidades en el ajedrez y cada partida era una verdadera competencia. Pero intent6 mantener una fachada de arrogancia y comento: “Aun sabes como hacer feliz a tu papa”.

No obstante, colocé habilmente el tablero de ajedrez y sus manos dispusieron habilmente las piezas. “Yo seré las piezas negras y tu puedes ser blanco”.

Jean fruncié los labios juguetonamente, inclinandose atentamente mientras alcanzaba una pieza del juego de ajedrez... Padre e hijo pasaron toda la mafiana absortos en el juego.

Al mediodia compartieron una comida y cuando el sefior Jenkins mencion6 la reciente falta de apetito de Frederic, Jean lo anim6 a comer mas.

Después del almuerzo, Frederic tom6 una breve siesta, mientras Jean administraba sus correos electrdénicos en la sala de estar.

Incapaz de permanecer quieta, Joanna encontré un momento oportuno para bajar las escaleras y pregunto casualmente: “Sr. Beauvort, gquieres un café? ,Deberia hacerte una taza?All rights © NôvelDrama.Org.

Sin levantar la mirada, Jean rapidamente declino y su respuesta fue tajante: “No. Si eres lo suficientemente capaz, gpor qué no has logrado curar a mi madre antes?

11:13 sabado 2 de septiembre GON


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