El enigmatico regreso

Capítulo 278



Capitulo 278 Te dolera un poco, ten paciencia

Después de que ella colgo, ya no tenian ganas de dar un paseo.

Lan los seguia en el auto. Cuando se detuvo junto a ellos, todos subieron al auto.

Mientras iban de camino a casa, Neera agachéo la cabeza como si dejara que la culpa se apoderara de ella. Los trillizos notaron que Neera estaba inusualmente silenciosa. No pudieron evitar darle otra leccién.

“jMami, tienes que cuidar tu propia seguridad! jEres nuestra madre, lo sabes! jNo importa cuando y donde estés, debes priorizar tu seguridad!

“Asi es, 4no nos recuerdas siempre que no estemos distraidos cuando estamos haciendo algo? jDeberias tener eso en cuenta también! Mami, ,entiendes?

“Si a ustedes les pasara algo, ,qué nos pasaria a nosotros? Quieres que nos sintamos tristes?

La bombardearon con mas palabras de advertencia y Neera simplemente se lo tom6 todo en silencio. Ella admitid que estaba siendo descuidada.

“Lamento mi descuido. jJuro que esto no volvera a suceder! Mientras decia eso, levanto la mano para hacer un gesto de juramento. Su rostro era serio e inexpresivo. Los trillizos decidieron que su madre habia aprendido de su error .Belongs to (N)ôvel/Drama.Org.

Al principio, Jean también estaba enojado, pero al ver que los hijos de Neera la estaban reprendiendo en su lugar, no pudo evitar sentirse divertido. De alguna manera, su ira disminuyo enormemente.

Al mismo tiempo, estaba confundido acerca de sus sentimientos. ~Por qué se enojaria tanto cuando algo malo le sucediera a Neera?

Cuando vio que el auto casi chocd contra Neera hace un tiempo, sintid como si el tiempo se hubiera detenido y ni siquiera podia respirar.

Era una sensacion de tensién sin precedentes que nunca antes habia experimentado.

Llegaron a los Jardines Imperiales mientras el auto estaba lleno de las voces de los trillizos.

Después de salir del coche, Neera todavia languidecia en su derrota. Parecia mas que nada un globo desinflado. Los trillizos le recordaron algo que casi olvid6.

“Mami, ,olvidaste que todavia le duele la mano al tio Jean? Esta herido por tu culpa. ;Debes asumir la responsabilidad de eso ya que él esta herido por tu culpa! Tienes que tratarlo”.

“Asi es. Si no lo tratas, ya no podra trabajar. No querras que el tio Jean pierda su trabajo por tu culpa, gverdad?

Sammy incluso se acercé a Jean y le susurrd, aunque en voz alta: “Tio Jean, si mama no trata tu herida, no puedes permitir que regrese a casa. Debemos asegurarnos de que aprenda la leccién para que sea mas cuidadosa la proxima vez”.

Neera se quedo sin palabras cuando escucho eso.

Neera se quedo sin palabras cuando escucho eso.

Ella murmurs: “Esta bien”.

Luego sefialé la casa de Jean y dijo con sentimiento de culpa: “Vamos. Trataré tu mufieca...” Jean le lanz6 una mirada sin decir nada. Dio media vuelta y entré a la casa.

Neera sintié dolor de cabeza mientras miraba su espalda. Sin embargo, ella no tuvo otra opcidn. Ella lo siguié al interior de la casa mientras los trillizos la instaban.

Jean se sento en su sofa de la sala de estar.

Neera se sent6 obedientemente a su lado. Luego dijo suavemente: “Dame tu mano”.

Jean la miré a la cara antes de levantar el brazo en su direccion.

Neera lo tomo del brazo con cuidado y se aseguré de no aplicar mas fuerza en su mufieca.

Ella no pudo resistirse a echarle unas cuantas miradas al brazo. Su brazo era delgado pero robusto. Llevaba una camisa blanca de manga larga abotonada hasta la mufieca. Su mirada seria coincidia con su personalidad seria.

La mufieca de Jean también era igualmente atractiva a la vista. En su mufieca, un costoso reloj Patek Philippe llamé su atencion. Tenia los nudillos cincelados y los dedos delgados.

Era realmente un buen ejemplar a la vista.

Neera intenté descartar sus pensamientos mientras le quitaba el reloj. Luego le arremango la manga.

La mufieca de Jean estaba un poco hinchada en ese momento. Su piel también estaba ligeramente rojiza. Una vez mas, Neera se sintid consumida por la culpa. Ella traté de consolarlo.

“Cuando te masajeo la mufieca, puede que te duela un poco. Por favor, tengan paciencia, seré amable”.

Era raro que Jean viera una version tan tranquila y obediente de si misma. El entrecerré los ojos mientras la miraba con expresion juguetona.

“Seguro.” El simplemente dio una respuesta breve. Luego, permanecié en silencio.

Neera sacé un spray de un botiquin médico y lo rocié varias veces en su mufieca lesionada. Luego, comenzo a frotar y masajear su mufieca.


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