Capítulo 247
Capítulo 0247
Si no fuera precisamente por Silvia, Julio tal vez nunca habría pensado en toda su vida que, el salvador de su madre resultaría ser un impostor. Naturalmente, i
nunca lo habría investigado!
En cuanto a la vida privada de Natalia, nunca le había importado, así que ni siquiera mencionó nada al respecto.
Cuando se llevaron a Natalia, ella se sintió desgarrada, gritando
desenfrenadamente y actuando como si estuviera loca. Adrian, que estaba en el segundo piso, vio por primera vez a la normal,dulce y gentil Natalia comportarse
de esa manera.
En la villa de la bahía.
Oscar estaba muy aburrido en su habitación. Ya sabía que mamá y su hermano habían dejado Brasmo, pero lamentablemente, David aún no estaba dispuesto a dejarlo ir.
Si tanto le gusta hacerse pasar por padre de otros, que experimente entonces, cómo se siente ser padre durante unos cuantos días.
¡Pum! Sonó un estruendo ensordecedor desde el segundo piso.
En la sala de estar de abajo, David estaba charlando muy tranquilo con Federico, ambos se sorprendieron al instante. Antes de que pudieran reaccionar, se
escucharon más golpes secos, ¡pum, pum, pum!, uno tras otro.
Federico entrecerró los ojos estrechamente y una sonrisa irónica se formó en su
atractivo rostro:
-Tener niños realmente hace la verdadera diferencia.
David dejó su vaso de licor.
-En este momento, te tengo que dejar.
Ahora tenía que educar de manera adecuada a cierto pequeño bribón.
15 BONUS
Subio furioso las escaleras y Oscar, quien no se sabía de dónde sacó un balón de voleibol, estaba jugando de manera despreocupada. Sin embargo, las ventanas de su habitación estaban todas rotas. Ninguna de las delicadas piezas de porcelana en la casa había sobrevivido al feroz ataque. Content bel0ngs to Nôvel(D)r/a/ma.Org.
-¿Qué estás haciendo?
Al siguiente instante, la pelota lo golpeó en su apuesto rostro.
Oscar fingió apenas notarlo:
-Lo siento mucho.
Antes de que David pudiera enfadarse, Oscar se mantuvo muy calmado y le dijo:
-Quizás no lo sepas aún, pero los niños de esta edad son muy inquietos.
David agarró la pelota y la lanzó directamente por la ventana.
-En efecto, puede que no lo sepa, pero si hay una próxima vez, tendré que tomar medidas drásticas contra ti.
Se frotó con fuerza la cara adolorida y pensó muy aliviado de que Oscar solo tuviera cinco años. Si fuera un poco mayor, probablemente hoy acabaría desfigurado.
David pensó por un momento que, después de todo, era solo un niño pequeño y, por molesto que fuera, no podría causar demasiados problemas. Hasta la hora de la comida.
Oscar estaba jugando con su espagueti con salsa de tomate y, al instante, la salsa de tomate salpicó por todo David.
-¿Crees que yo…?
Antes de que pudiera terminar, Oscar lo miró con absoluta calma:
-Sé que quieres golpearme. Pues, pégame si quieres, después de todo, dices que eres mi papá, aunque nos conocimos hace muy poco.
La niñera a un lado, al escuchar esto, mostró cierta compasión en sus ojos.
David no tuvo más remedio que subir en ese momento a cambiarse de ropa. Al
→ 15 BONUS
llegar al vestidor, se encontró con algo aún más exasperante: su ropa estaba llena de nieve, la mayoría de la cual ya se había derretido en agua.
Oscar estaba parado justo en la puerta:
-Metí precisamente un muñeco de nieve aquí. ¿Lo viste? Es una sorpresa para ti.
Antes de que David pudiera abalanzarse directo sobre él, Oscar regresó de inmediato a su habitación y cerró la puerta. Se sentó en la cama, tomó apresurado un libro y comenzó a leerlo con calma.
Una hora después.
-¿Señor Nápoles?
-¿Qué sucede?
No puedo dormir.
-Entonces no duermas.
Otra hora después.
-¡Señor Nápoles!
-¿Qué sucede ahora?
-¿Ya te dormiste?
David se levantó de inmediato y se fue a descansar en ese momento a otra habitación. Finalmente, aceptó que había sido derrotado por este niño.
-Hoy fue otro día muy gratificante -murmuró Oscar con una amplia sonrisa, mientras escuchaba los fuertes ruidos provenientes de la habitación de al lado.
Él sabía perfectamente, que lo que estaba haciendo no estaba nada bien, pero también sabía que no tenía por qué sentirse culpable tratando con alguien como
David.
Mientras tanto, el asunto de Natalia se había vuelto público, y Julio también se vio involucrado, pero no tenía realmente tiempo para ocuparse de eso.
-Vigila muy de cerca los movimientos de Viviana —dijo.
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-Si.
Ahora, la única persona que tenía contacto con Silvia sería ella. Si Julio se lo preguntaba directamente, ella seguramente no le diría nada en lo absoluto.
Esa noche, se encontraba solo en casa, mirando sumido una vez más en el completo silencio. Julio tenía vacío por completo el fondo de su corazón. En ese momento, sonó un teléfono. Rápidamente, agarró su móvil.