Despidiéndose de mi amor

Capítulo 0132

En la planta superior del club Sol. Bajo la tenue luz, la gente vestía con gran elegancia, muchos jóvenes de la alta sociedad estaban aquí.

Julio se sentó en un rincón muy tranquilo, abrió su teléfono móvil y vio el mensaje enviado por el guardaespaldas encargado de seguir a Silvia, informando detalladamente que la había perdido de vista. Tan pronto había salido Julio cuando Silvia también se fue, y ahora no podían encontrarla.

Frunciendo el ceño, envió un mensaje: [Si no la encuentran en una hora, no necesitan quedarse más tiempo en Brasmo].

Al enviar ese breve mensaje, se activaron todas las cámaras de vigilancia en el camino.

intentó varias llamar a Silvia. Pero lo que escuchó fue una vozThis content provided by N(o)velDrama].[Org.

a de servicio al cliente:

-El número que ha marcado no está disponible...

En ese momento, Silvia estaba llamando a Nuria, diciéndole que no se preocupara por Juan y Oscar, que ella se encargaría de ellos aquí.

En el video, Nuria, con cabello totalmente blanco y una preocupación

en sus ojos, le dijo:

-Silvia, si tienes algún problema, asegúrate de llamarme a mí o a Luis, no cargues con todo tú sola.

Lo que más le preocupaba era la depresión de Silvia, tenía miedo de que hiciera en realidad algo estúpido.

-Está bien, no te preocupes.

Silvia estaba a punto de decirle algo más, pero cuando vio en ese

momento a Eduardo acercarse apresuradamente, tuvo que colgar el

teléfono.

-¿Qué sucede?

-Los hombres de Julio te están buscando -respondió al instante

Eduardo.

Al oír eso, Silvia sacó rápidamente su teléfono y llamó al conductor para que la recogiera en una intersección. Luego fingió que iba a comprar ropa y se subió de nuevo al coche.

No pasó mucho tiempo antes de que los guardaespaldas de Julio la encontraran y le tomaran una foto, que enviaron rápidamente a Julio. Julio miró la foto y la llamó de inmediato.

Silvia sintió la vibración y vio la llamada entrante, contestó con rapid

de estás ahora? -le preguntó el hombre directamente.

via miró a su alrededor y le respondió muy atenta:

-Estoy en el centro comercial, a punto de regresar. ¿Pasa algo?

¿Centro comercial?

-Ven al piso superior del club Sol.

Julio no le dio la oportunidad siquiera de rechazarlo, simplemente colgó el teléfono. El centro comercial estaba centra muy cerda del club Sol, a solo unos

cientos de metros de distancia. Silvia le pidió al conductor que cambiara al instante de rumbo.

Dentro del club, algunos amigos de Julio estaban abrazando.com vara

lascivamente a varias mujeres

hermosas, disfrutando alegremente.

Señor Ferrer, tenemos mujeres muy hermosas aquí, algunas incluso

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