Capítulo 130
Capitulo 0130
-Has regresado
Silvia levantó la mano para certar el plano y se puso inmediatamente de pie
Julio, con su figura imponente y espelta, se apoyo en el marco de la puerta.
-¿Por que dejaste de tocar?
Antes estaba muy ocupado con el trabajo y ni siquiera sabia que
Silvia tocaba tan bien el piano. Solo una vez, cuando Antonio vino a buscarlo para pedirle un proyecto, en ese instante escuchó a SilviaRêAd lat𝙚St chapters at Novel(D)ra/ma.Org Only
tocar una vez.
En ese momento, Antonio lo habia molestado, y recordaba que tal vez esquito su enojo con ella, reganandola. Después de eso, ella nunca olvió aquí, y mucho menos volvió a tocar el piano. Entonces, no pensó que fuera algo tan importante.
-No quiero molestarte-dijo Silvia, luego agregó:
-¿Estás listo para revisar el contrato?
Julio casi se olvidaba del asunto ese del contrato.
-Si.
Los dos caminaron juntos. Julio no pudo evitar preguntarle: -Sabes, tocas muy bien, ¿cómo se llama esa canción? ¿Por qué no la he escuchado antes?
Silvia se sorprendió muchísimo al escuchar eso.
Nunca la has escuchado?
Esa canción, la compuse cuando estaba en la escuela, y en aquel entonces se la tocó a propósito.
Julio se detuvo por un momento, con sus ojos profundos fijos en ella, y le preguntó significativamente:
-¿Debería haberla escuchado antes?
Silvia pensó que él lo había olvidado, y por un momento negó con la
cabeza:
-No. Esta canción la escribí en la secundaria y aún no la he
publicado.
Al enterarse de que ella la había compuesto, Julio la miró con gran admiración. Se dio cuenta de que su esposa era realmente muy talentosa.
Julio camino delante de ella, y Silvia, mirando su musculosa espalda, se distrajo involuntariamente. Parecía que él realmente no había
escuchado esa canción antes...
que Silvia encontró algo extraño su comportamiento, no le dio mucha importancia a esto. Después de todo, Julio estaba muy ocupado, y después de tantos años, ¿cómo podría recordar una
canción?
De regreso en la habitación, Silvia sacó el acuerdo que había escrito a mano y se lo puso delante.
-Échale un ligero vistazo. Si no hay problema alguno, lo imprimiré y luego firmaremos.
Julio tomó el acuerdo y lo revisó muy rápidamente.
Uno, ambas partes deben respetarse mutuamente. No se pueden tener gestos más allá de lo que se haría con un extraño sin el previo consentimiento del otro, como abrazarse. Si una de las partes viola
esto, la otra tiene el derecho de pedir que se vaya.
Dos, durante el periodo del acuerdo, Julio debe cuidar muy bien a Juan. Una vez que Silvia le haya devuelto el dinero, Julio debe devolvérselo de inmediato a ella. Además, los dos se divorciarán de
inmediato.
Tres...
En resumen, todas esas condiciones se resumían en que ambos debían vivir juntos, pero sin ningún contacto físico. Sieso ocurriera, ella tenía el derecho de irse con el niño. Una vez que le devolviera el dinero, Julio debía liberarla a ella y al niño. En resumen, jella realmente se quería ir!
Julio frunció el ceño ligeramente, lo pensó por un breve momento, luego miró a Silvia y le dijo:
-Está bien.
queria ver si Silvia realmente cumpliría con el acuerdo!
Silvia no esperaba que él accediera tan fácilmente a firmarlo.
-Voy a imprimirlo -dijo, y preparó el acuerdo en dos copias, una para que Julio la firmara y otra para ella. Después de que ambos firmaron, ella le dijo:
-Espero que cumplas tu promesa.
Al escuchar eso, Julio le respondió con gran irritación: -Tú también.
-No te preocupes por eso.
Todavía era temprano, así que Silvia
tomó el acuerdo y se fue a la habitación para escribir partituras. En realidad no tenía intención de hacer ningún acuerdo; solo quería cambiar las cosas para que Julio no pudiera obtener lo que quería, al menos por un buen tiempo.
Julio se quedó muy pensativo en la sala de estar, y una vez que Silvia
se fue, arrojó el acuerdo
directamente a la trituradora de
papel. Paral él, solo lo que se m I solovo aceptaba de corazón era
verdaderamente válido. ¡ Quería ver
qué truco tenía Silvia en mente esta
vez! The content is on
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