Capítulo 76
Capítulo 76
“Claro,” asenti, tomando a Kent de la mano para irnos. “¿Cómo vas a volver a casa después de escaparte? La niñera me dijo que Federico te está buscando. Si te atrapa, te va a pegar otra vez.”
Kent de repente se puso a hacerse el indefenso, abrazándome por detrás con ojos suplicantes. “Me pegan y me duele mucho.”
“…” Lo miré, sin saber qué hacer con alguien asl.
Justo cuando estaba pensando en encontrar un lugar donde pudiera quedarse, el carro de la familia Linares paró a un lado de la calle.
Quien bajó fue el asistente de Felipe.
El tipo me echó una mirada cargada de significado y luego miró a Kent con mucha cortesia. “Joven, es hora de volver a casa.”
Me rei por dentro; qué bien saben actuar cuando están en público.
¿Y lo de ‘joven‘…? ¿Acaso alguien en la familia Linares lo trata como a un joven heredero?
“Nicanor… ¿El abuelo está enojado? No fue idea suya escaparse, lo hizo para protegerme. ¿Podría… podría usted hablar bien de él?” Le pedi con cuidado al secretario, intentando ayudar a Kent.
Aunque sabía que al volver seguramente le esperaba un trato inhumano.
“El jovencito Federico cometió un error en el trabajo, y Felipe lo mandó a manejar un proyecto al otro lado del pais. Salió a las tres de la tarde para un viaje de tres meses,” dijo el secretario Nicanor con la cara seria.
Senti un–alivio inmenso.
Al menos tendría tres meses de tranquilidad.
“En cuanto a Felipe, ya está mayor y no era tan fuerte como antes, necesita ir regularmente a la clinica Monte Azur para recuperarse,” Nicanor habló de nuevo.
Me quedé sorprendida, un poco desconfiada. No parecia que me estuviera informando a mi: no tenia por qué hacerlo.
¿Por qué se tomaba la molestia de decirme todo esto?
Miré a Kent, quien me observaba inocentemente, obviamente no le estaban hablando a él.
¿Seria para que Kent no pusiera resistencia y volviera sin problemas?
Podria ser.
“Mañana es el dia de honrar a los ancestros, y Felipe ya se fue a la casa ancestral. Si nos vamos ahora, llegaremos en tres horas y media. Suban al carro,” dijo el asistente, abriendo las puertas del carro para Kent y para mi.
“…“¿Tanta amabilidad?
Levanté la barbilla, mostrando la actitud de una señora de la alta sociedad, aprovechando la oportunidad para intimidar un poco, respaldada por el pequeño que llevaba en mi vientre.. Text © owned by NôvelDrama.Org.
Kent me miró y sonrió, una sonrisa que realmente era… capaz de hacer caer imperios.
Desvié la vista, dándome cuenta por primera vez del verdadero significado de esa expresión.
Y lo vi reflejado en un hombre.
12:30
Capitulo 76
“Este regreso a la casa ancestral para honrar a los antepasados es principalmente para pedir a los espiritus de la familia Linares que bendigan y protejan a su hijo para que nazca sano y salvo,” dijo Nicanor al subir al
carro.
Me sorprendi un poco más. ¿Qué tanto le importaba a la familia Linares el niño que llevaba dentro?
Pero ellos siempre han sido impredecibles. Decidi no tratar de adivinar sus intenciones.
Apoyada en la ventana del carro, mirando las luces de colores pasar, no podia dejar de pensar en cómo Renán protegia a Yuria. Si hubiera sido antes, mi corazón se habria roto, pero ahora solo sentia lastima.
Que siga protegiéndola, a ver cuánto dura.
No puedo entender en que estaba pensando para enamorarme de un hombre asi.
¿Solo porque me sacó de un carro en llamas después de un accidente?
Mi cabeza me volvió a doler, y las imágenes del accidente de ese año volvían una y otra vez. La persona que me salvo… no parece ser Renán. ¿Es posible que incluso los recuerdos sean engañosos?
Quizás porque el carro estaba tan silencioso y el dolor de cabeza me estaba adormeciendo, comencé a
sentir sueño.
Entre sueños y despierta, senti que Kent extendia su mano para apoyar mi cabeza, protegiéndome durante todo el viaje, como si temiera que me golpeara contra la ventana con cada bache.
“Joven, creo que ya es hora.”
“Mhm.”
Entre la neblina del sueño, escuché a Nicanor hablar, pero ya no podia entender sus palabras. Me quedé dormida, vencida por el cansancio y el dolor.