!Canalla ¿Satisfecho con mi muerte?

Capítulo 50



Capitulo 50

Nayra habla muerto, pero su asesino no habla sido realmente capturado. Kent habia sido liberado una vez más por la familia Linares, gracias a un diagnóstico médico de enfermedad mental y una coartada sólida, la policia no tenia de otra, asi que lo dejaron ir.

“Escoria, te advierto, si no le das un heredero a la familia Linares pronto, ¡puedes olvidarte de salir de aquí en tu vida!“.

En medio de mi confusión, escuché una voz amenazante, la cual me devolvió a la cruda realidad.

“Señor, ya le dimos la medicina y la mujer está en la habitación; esta vez, seguro que funciona“.

Empecé a sentir pánico, ¿dónde estaba? ¿Por qué mis párpados pesaban tanto?

“Nayri…“, una voz ronca llegó a mis oidos, con respiración agitada y un temblor de deseo que no podia ocultar. De repente, unos labios ardientes y opresivos me besaron, y mi terror alcanzó su climax. ¿Donde estoy? ¿Qué lugar es este?

Parecia que un gemido sordo salió de mi garganta. Luché por resistirme, por abrir los ojos, pero me fue imposible.

“Nayri…“, el seguia llamandome, pero me sentia más ajena que nunca. La urgencia de su tacto era palpable. pero sentia que estaba luchando con todas sus fuerzas para contener su deseo, como si valorara mi cuerpo, como si no quisiera lastimarme.

“Lo siento… Nayri, no puedo controlar mi cuerpo“.

Parecia sufrir, sollozaba y se disculpaba como si no estuviera del todo consciente. Finalmente, dejé de luchar y perdi la conciencia de nuevo.

No sé cuánto tiempo pasó antes de que el dolor me trajera de vuelta a la realidad, abri los ojos lentamente, y la luz me deslumbro.

El sol entraba por el ventanal, y las cortinas blancas bailaban al viento, me tomé la cabeza, dolorida, y tras un momento, mis ojos se abrieron de par en par.

¿No estaba muerta?

Me senté y miré al hombre que yacia a mi lado.

“¡Ah!“, grité instintivamente al ver el entorno desconocido y al hombre, casi cayendo de la cama. De pronto. esa mano pálida pero fuerte me agarró de la muñeca y me jaló de vuelta a la cama.

Mi respiración se aceleró mientras miraba esa mano llena de cicatrices que se extendían desde el dorso hasta el antebrazo, los músculos de aquel brazo estaban bien definidos.

El hombre estaba tumbado en la cama, su espalda llena de cicatrices horribles, pero los contornos musculares parecian embellecer toda brutalidad. Su cabello era suave y un poco largo, negro y desordenado; no podia ver bien su rostro, solo me obligaba a mantener la calma.

La sábana apenas cubría hasta su cintura, revelando unas caderas definidas. La escena ante mis ojos, incluso siendo tan ingenua, me decía lo que había pasado la noche anterior, sobre la sábana blanca, habia una mancha carmesi, miré esa mancha en shock, confundida al levantarme.

Capitulo 50

El dolor en mi cuerpo y entre mis piernas me dejó paralizada en mi lugar. Imposible, Renán y yo ya habiamos estado juntos, esa sangre en la cama no podia significar nada, algo no encajaba, ¿no estaba muerta?

Parada en un entorno desconocido, miré a mi alrededor con recelo. Cuando vi a la mujer en el espejo detrás de mi, grité de nuevo: ¿Quién es ella?”

Toqué mi rostro, mirando a la mujer desnuda en el espejo. Esa mujer sin ropa parecia tan ajena, con una piel tan blanca e inmaculada, con una figura tan perfecta, como una Venus.

Pero, ¿quién era ella? ¿Y cómo yo habia terminado en su cuerpo?

“Silencio“, el hombre en la cama despertó, frunciendo el ceño con desagrado y se sentó.

“¡Ah!“, todavía no habia asimilado el hecho de renacer en el cuerpo de una mujer desconocida, y ver su rostro me aterrorizo aún más.

¡No podía ser él! Têxt © NôvelDrama.Org.

¡Kent! El loco del orfanato.


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