Capítulo 551
Capítulo 551
—Está bien, te lo prometo. Siempre me verás. —Su dulce mirada
Su voz resonó en el aire. Era tan suave como el más suave de los consuelos, calmando su corazón atribulado.
Él la miró directamente a los ojos. “¿En serio? No estás…
¿mintiendo?”
—Por supuesto que es verdad —dijo ella, porque ¿cómo podría él, un hombre que…
La amaba tanto, ¿hizo algo para lastimarla?
Él no era Martin Weiss, y su vida no sería como
Martin Weiss y Kyla.
—Dime que me amas y que no soportas no verme —dijo con voz ronca y sus ojos brillantes llenos de añoranza y anhelo.
A veces la mirada de sus ojos la sorprendía y la sorprendía, haciéndola sentir como si ella fuera el mundo para él.
¿Cuánto la amaba este hombre? Si al principio había dudado de su amor, ahora estaba segura.
—Te amo. —Le puso la mano en la mejilla. No entendía por qué tenía miedo. Tal vez era por su
¿Experiencias de la infancia que lo hicieron sentir inseguro acerca del amor?
En ese caso, ella trataría de calmar sus temores. “Por lo tanto, no puedo soportarlo”.
No verte.”
Su nuez de Adán se movió y un suspiro escapó suavemente de su boca. Luego, bajó la cabeza y la besó en los labios.
Sus labios frescos la besaron con tanto cariño, como si quisiera apoderarse de toda su dulzura e imprimir en su alma su aliento, su temperatura y todo lo que tenía.
A Grace la estaban besando tan fuerte que apenas podía respirar. De repente, Jason la levantó y caminó hacia la cama.
La colocó con cuidado sobre la cama. Sus manos descansaban a ambos lados de su cuerpo mientras sus ojos negros estaban llenos de deseo.
Luego, tomó suavemente su mano, presionó su palma contra su mejilla y la frotó suavemente contra su palma.
Su cuerpo tembló levemente como si entendiera lo que iba a suceder.
—Te deseo, Grace. ¿Tú me deseas? —preguntó en un susurro con un rostro lleno de deseo y una tolerancia contenida.
Ella sabía que si decía que no, él no la tocaría.Text © by N0ve/lDrama.Org.
Sin embargo, ella no quiso reprimir sus sentimientos. “Te deseo”, lo miró y le respondió afirmativamente.
Al momento siguiente, su cuerpo cubrió el de ella.
Fue el contacto más íntimo y el apego más fuerte…
Al día siguiente, Grace se despertó con otro dolor de espalda. Solo podía achacarlo a su encanto, que la hacía consentirse.
en él una y otra vez….
Cuando abrió los ojos, lo único que pudo ver fue su hermoso rostro. Ahora estaba recostado de lado a su lado, mirándola con una sonrisa en sus ojos profundos y oscuros.
—Um… —Grace susurró una respuesta.
“Si estás cansado, duerme un poco más”, dijo.
Ella negó rápidamente con la cabeza: “¡Tengo trabajo que hacer!”
“¿Estás tan comprometida con tu trabajo?”, le preguntó de mala gana. En su opinión, el trabajo en el pequeño restaurante era agotador y estaba mal pagado. Él podía ofrecerle más opciones, pero ella no.
los quiero.