Ultimas 270
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Después de saber definitivamente que era como la protagonista con una enfermedad terminal, Fernanda se quedó en silencio.
Ella no dijo nada, solo me miró fijamente y al segundo siguiente me abrazó con fuerza.
“Mi Iris, mi flor del campus, mi Iris, has sufrido demasiado… Siempre estaré contigo, te ayudaré todos los días con las fotocopias sin quejarme.”
Estrella la empujó con desgano.
“Así que
lo que quieres es que Iris cubra tus gastos y de paso te consiga un trabajo, ¿eh?”
Fernanda sonrió y luego me miró de una manera simple.
“¿Puedo?”
“Sí.” Asentí con fuerza, luego agregué, “Voy a abrir un estudio, justo ahora necesito gente.”
Chiara se ofreció inmediatamente, asegurando que no solo podía hacer diseño sino también servir té, llevar agua y hasta barrer.
“También puedo maquillar, ser recepcionista, lo que sea, soy súper útil.”
Su entusiasmo casi me sobrepasó.
Al mencionar que iba a abrir un estudio, Estrella me miró con desaprobación.
“¿Por qué no me contratas a mí?”
“Porque no tengo dinero.”
Le dije la verdad, un pequeño estudio no era nada comparado con el Grupo Vargas.
Además, aunque pudiera haber una colaboración con el Grupo Vargas, solo era una posibilidad.
Tal vez algún día Mohamed pensara que Chiara era más adecuada para manejar el departamento de diseño, y entonces yo me quedaría fuera.
Estrella entendió lo que quise decir, pero aun así se sintió un poco desanimada.
“Sería genial si pudiéramos emprender juntas, sin tener que soportar más a Jonathan.”
Al mencionarlo, de repente todas nos quedamos en silencio.
Jonathan aún no había despertado, y no sabíamos cuándo lo haría, ni si seguiría siendo el mismo. Pero todo eso ya no tenía nada que ver conmigo, estaba totalmente enfocada en abrir mi estudio.
Fernanda se quedó temporalmente en la casa de Estrella, y yo iba y venía todos los días entre el hospital y la compañía.
Parecía que algo estaba por suceder, estaba completamente diferente en espíritu y energía.
Diego revisó mi informe médico y finalmente aprobó mi decisión, solo me pidió que no me enojara, ni me entristeciera, sobre todo que no me esforzara demasiado.
Cristian ayudó con todos los trámites del estudio.
Él insistió en que me uniera à su compañía, pero finalmente lo rechacé.
Capitulo 270
Si iba a emprender, quería intentarlo por mi cuenta, no quería depender siempre de los demás.
Anteriormente había dependido de Jonathan, y en ese entonces, si hubiera dependido de Cristian, no habría tenido la oportunidad de tener éxito.
Fernanda y yo estábamos acomodando la oficina cuando Cristian llegó con el último documento.
“La cuenta bancaria también está lista, ahora lo que te queda es pensar bien cómo reclutar a tu equipo.” Fernanda nos miró curiosa, pero yo simplemente fingi no entender sus intenciones.
Ella y Estrella habían estado chusmeando sobre mí durante días, pero sabía que no había ninguna posibilidad entre Cristian y yo.
De hecho, enfocarme en mi carrera era lo mejor, ¿qué pasaría si me enfermaba de nuevo? No quería perjudicar a nadie.
Por supuesto, nunca había hablado de eso con nadie, al final, todos necesitamos tener esperanza.
Estábamos discutiendo a dónde ir a comer al mediodía cuando un visitante inesperado irrumpió.
Chiara entró, sosteniéndose la cintura con una mano y el estómago con la otra.
Le eché un vistazo a su vientre plano y de repente pensé que realmente se parecía a Estrella, incluso en
sus gestos.
¿Es que todas las embarazadas piensan que ya se les nota?
Ella miró alrededor de la oficina y luego nos miró sorprendida a Fernanda y a mí.
“¿Cómo llegaste aquí? ¿No estabas en tu casa?”
“¿Cómo voy a ver tu espectacular actuación si me quedo en casa?” Respondió Fernanda con indiferencia.
Chiara le lanzó una mirada y gruñó.
“Las personas de pueblos pequeños son así, ¿viniste a ver el espectáculo? Entonces también estás viendo la vergüenza de tu buena amiga, ¿no?”
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