Capítulo 22
Capítulo 22
Los dedos de Cristián se tensaron de repente, ¿pasaría algo con Nayra esa noche?
Tras desahogarse, Soraya, algo a regañadientes, se dispuso a abrir la puerta para bajarse del coche.
“¡Esperal“, Cristián la agarro de un tirón.
“¿Qué pasa?“, ella estaba confundida. Hacia un momento quería que se bajara y en ese momento la estaba agarrando, ¿q significaba eso?
El lucía algo avergonzado, no podia decirle directamente, pero había escuchado sus pensamientos. Entonces, tosió incómodo: “Por respeto a Mateo, te daré una oportunidad. Pero, mantente alejada de mi, no me toques ni te acerques demasiado“.
Soraya cerró la puerta del coche y rodó los ojos: “Anda ya, qué narcisista, ¿acaso crees que eres dinero para que todos te desean? Si no fuera porque quiero vivir un poco más, ni me acercaria a ti, iceberg“.
Por dentro despreciaba, pero con la boca dijo tiernamente: “Sabía que mi amor no tendría el corazón para dejar caminar sc de noche a una belleza delicada como yo. Amor, me doy cuenta de que cada dia te amo más“, sus ojos brillaban con afect lanzándole miradas seductoras a Cristián como si fuera una sirena, intentando coquetearle descaradamente.
Él se contuvo para no echarla del coche. ¡Maldita sea, llamándolo a él un iceberg inútil! Y encima fingiendo amor, sabía qui en ese momento ella estaba actuando como una seductora. ¡Estupendo!
Al ver que él no respondía y la miraba con frialdad, ella solo sintió un escalofrio. Se movió un poco, pegándose más a la ventana del coche: ¿Qué mira este tipo? ¿No ve acaso mi mirada llena de insinuaciones?“.
Cristián tomó una profunda respiración y sacó su teléfono para llamar a Nayra. Necesitaba verificar si lo que Soraya había pensado era cierto. Pero después de varios intentos, su hermana no contestó, frunció el ceño.
¡No contestaba! ¡Varias llamadas y ninguna respuesta! Nayra nunca ignoraba sus llamadas, a menos que algo grave le hubiera pasado. Quería saber dónde estaba, pero no podia preguntárselo directamente a Soraya. Así que fingió llamar a la casa familiar, y colgó antes de que contestaran: “Abuela, ¿Nayra ha vuelto? Necesito hablar con ella, he intentado llamarla varias veces y no contesta“.
Soraya, desconociendo su actuación, pensó frenéticamente: ‘Jajaja, buscando a Nayra. No pierdas el tiempo, su teléfono fue silenciado a propósito por Genaro. Podrías llamar hasta que te canses y no la encontrarias. ¡Ahora mismo están cenando a la luz de las velas en el Hotel de la Catedral de la ciudad vecina! En poco más de una hora, ella será emborrachada por Genaro, ese hombre manipulador, y luego llevada a la suite presidencial número 899. Ese hombre es un socio con el que Genaro planea colaborar y para asegurarse ese contrato, Genaro no dudará en ofrecer a Nayra. Y es por este contrato que el Grupo Cervantes ascenderá en la capital, desafiando al Grupo Fuentes, Ay, la ciudad vecina está algo lejos, llevaría una hora en coche. Si se apuran, podrían llegar a tiempo para salvarla, ¿qué hago? ¿Le digo al tipo este?“. Mientras más escuchaba los pensamientos de Soraya, más crecia la ira en los ojos de Cristián. Él habló hacia la pantalla apagada del teléfono: “Abuela, si Nayra regresa, dile que me llame, luego le pidió al conductor que se detuviera.
Y le dijo a Soraya: “Bájate y toma un taxi a casa, tengo cosas que hacer y no puedo volver ahora, ¡Bájate!“,
Ella abrió los ojos de par en par, molesta: “¿Qué es esto? ¿Primero me dices que me baje y luego que me suba ahora otra que me baje, estás jugando conmigo?“.
Cristián, consciente de su culpa, sacó un fajo de billetes de su billetera y se lo puso en la mano: “Esto debería ser suficiente para el taxi, realmente tengo algo importante que hacer, por favor“.
Soraya, sosteniendo el brillante dinero, realmente quería lanzarselo en la cara para que sintiera lo que es ser humillado con dinero. Pero pensando en esa miserable misión, contuvo su disgusto y forzó una sonrisa que crela hermosa: “Si mi amor tiene cosas que hacer, entonces tomare un taxi sola“, Content is © 2024 NôvelDrama.Org.
Luego, no se olvidó de mostrar su preocupación: “Amor, tú también cuidate, no te sobrecargues de trabajo.